Kafca
Esta elocuente afirmación final nos advierte de que, entre los paradigmas más arriba formulados como herramientas de nuestro análisis, en El proceso pesa de una formafundamental el de la culpa. A su través, se ofrecen reflexiones que sirven para la caracterización desde la óptica kafkiana de una de las funciones que desde su aparición como instrumento regulador de la convivencia humana más ostensiblemente ha cumplido el Derecho: la función punitiva.
Pero nuestro estudio a propósito de esta obra va a ser doble, ya que de ella hemos seleccionado dos fragmentosque responden a orientaciones diversas. Ambos corresponden al capítulo VII, uno a su inicio, en el que K. conversa con su abogado; otro a su término, donde K. se entrevista con un pintor que tiene influencias en el tribunal por ser el retratista oficial del mismo. De ellos, el primero atiende, más que a la culpa y al castigo, a la descripción del Derecho objetivo materializado en las estructurasque lo aplican y su funcionamiento, con un sentido constructivo a fin al consignado en apartados precedentes de este trabajo. El segundo se refiere más expresamente a los conceptos aludidos en el título de este apartado. Trataremos ambos fragmentos por separado, el primero con mayor brevedad, para centrarnos en el segundo.
A) Conversación con el abogado.
Este pasaje, a través de la charla que K.mantiene con el Dr. Huld, letrado de prestigio que se encarga de su defensa, nos da una idea verdaderamente singular de lo que es el funcionamiento del tribunal y, como reflejo, el derecho que en él se aplica. Nos limitaremos, por no ser excesivamente prolijos, a extractar, con ligeras anotaciones puntuales, el contenido del fragmento, que por lo demás se comenta por sí solo y ahonda endirecciones ya apuntadas antes en estas líneas.
Al principio de la conversación (más propiamente monólogo del abogado) Josef K. ya muestra su escepticismo y aburrimiento ante las peroratas inacabables de su defensor. Éste, ajeno a la actitud de K., empieza refiriéndose a un memorial que ha dirigido al tribunal, respecto del que no tiene muchas esperanzas de que sea leído. Los memoriales de los defensoresse agregan a los expedientes sin más trámite, y no se examina el expediente hasta que todo el material ha sido reunido. Para entonces, es frecuente que el memorial se haya traspapelado. Todo esto es lamentable, pero no debe olvidarse que el proceso no es público, por lo que las actas del tribunal, entre ellas el texto de la acusación, no son conocidas por abogado y acusado. Ello hace que el primermemorial sea como una piedra tirada al azar. Sólo mucho más adelante, cuando el proceso está más avanzado, y observando por dónde ha discurrido, puede sospecharse con más aproximación de qué se acusa exactamente al procesado y enviar memoriales más certeros. El abogado se encuentra así en una posición difícil, pero hay que tener en cuenta que la defensa no está permitida por la ley, sinosimplemente tolerada (nuevamente nos encontramos el esquema formal del individuo como precarista), y aun sobre la interpretación de la ley en sentido tolerante hay discusión. Los abogados están en condiciones degradantes, la sala que tienen en el tribunal es una cueva inhóspita. Lo más importante para la defensa son las relaciones personales, no con los tramos inferiores del funcionariado, en los que hay...
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