kakaroto

• Construir viviendas: También fui atacado simultáneamente por la derecha y por la izquierda y,Ocupación lícita de toda sociedad que se instala, de toda civilización que además, el academismo me consagró a las gemonias. En 1935 aparecíaaparece. Primero, proporcionar alojamiento a los hombres, colocarlos al “La Ville Radieuse”. La palabra “radiante” no figuraba allí fortuitamente; ellaabrigo de laintemperie y de los ladrones, pero sobre todo, disponer a su ha desbordado lo funcional situándose junto a la conciencia. Ya que en todaalrededor de la paz de un hogar, hacer todo lo necesario para que la esta cuestión (los acontecimientos que vivimos), la conciencia está enexistencia desarrolle sus horas en armonía sin una trasgresión peligrosa de juego, descollando sobre lo económico y lotécnico, y es la única capaz delas leyes de la naturaleza. Y no esa vivienda tolerada bajo la forma actual constituir, a fin de cuentas, por reivindicaciones juntas, el programa mismoque es la marca mal tallada entre las fuerzas desencade nadas por el de nuestras producciones. Este tema sirvió de preámbulo a los trabajos deldinero: el beneficio, la competencia, la precipitación, todas esas cosas que, V9Congreso C.I.A.M. d e P a r í s , 1 9 3 7 , “Logis et Loisirs ”. Juzgamoshabiendo disminuido al hombre de su realeza y abrumado de servilismos, le indispensable hacer figurar, a la cabeza de los trabajos de este Congreso,han hecho olvidar su derecho fundamental a una vida decente. Vosotros el hecho capital, eminente, del momento actual: la sociedad moderna,sabéis que en la Escuela de Bellas Artesde París, uno de los más grandes después de los cien primeros años de conquista, de debates, de |desorden,centros de enseñanza de arquitectura, la vivienda no ha figurado jamás en llegó a la conclusión que fija definitivamente el carácter de una civilización:los programas. No se ha consagrado ninguna atención a lo que constituye la constitución de una vivienda nueva. “Es a causa de la creaciónde unala vida de todos los seres: lo cotidiano, esos momentos y esas horas vivienda nueva que la segunda era de la civilización maquinista entra en unpasadas día tras día, desde la infancia hasta la muerte, en esas habitacio- período universal de construcción. ” O b r a e f i caz, optimista, humana,n e s , s i t i o s c u a d r a d o s y s i m p l e s q u e p u e d e n s e r e m o c i o nantes,portadora de “alegrías esenciales”. E s t a n u e v a o b r a d e s b o r d a d econstituyendo, en realidad, el teatro primordial donde actúa nuestra cuestiones técnicas (racionalismo y funcionalismo). Ella es la manifestaciónsensibilidad, desde el momento mismo en que abrimos nuestros ojos a la pura, esencial y fundamental de una nueva conciencia. “Sólo desde el puntovida. En 1920, cuando habíamoscreado “l’Esprit Nouveau”,7 yo había de vista de una nueva conciencia podemos encarar en adelante losotorgado a la casa su importancia fundamental, calificándola de “máquina problemas de la arquitectura y del urbanismo. Una nueva sociedad crea sude vivir”, y reclamando así de ella la respuesta total e impecable a una hogar, ese receptáculo de la vida. El hombre y su albergue. Equipamientopreguntabien formulada. Programa exclusivamente humano, reubicando al de países, ciudades y campiñas”.9 Francia vive enclaustrada en sus clanes,hombre en el centro de la preocupación arqui tectónica. No me han cada uno de ellos consagrado a pasiones egoístas. Así, en nuestro dominioperdonado mi calificativo, ni en París ni en los Estados Unidos, aun en los de la arquitectura, un autor entusiasta pudo tomarparte, recientemente, enEstados Unidos donde la máquina reina. “Máquina” aparece en los una revista profesional tan ingenuamente informada como él mismo, de undiccionarios como proveniente del latín y del griego, con un significado de gran descubrimiento que sobrevino en ese año de desgracia de 1942: elarte y astucia: “aparato combinado para producir ciertos efectos”. La palabra domismo,...