Karl popper
LA LÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Ponencia
En mi ponencia sobre la lógica de las ciencias sociales me pro-
pongo partir de dos tesis que expresan la contradicción existente
entre nuestro saber y nuestra ignorancia.
Primera tesis: Sabemos gran cantidad de cosas —^y no sólo de-
talles de dudoso interés intelectual, sino sobre todo cosas de las
que no cabesubrayar únicamente su gran importancia práctica
sino asimismo el profundo conocimiento teorético y la asombrosa
comprensión del mundo que nos procuran.
Segunda tesis: Nuestra ignorancia es ilimitada y decepcionan-
te. Es precisamente el gigantesco progreso de las ciencias de la
natiuraleza (al que ajude mi primera tesis) el que nos pone una y
otra vez frente a nuestra ignorancia, anuestra ignorancia en el
propio campo de las ciencias de la naturaleza. La idea socrática de
la ignorancia adquiere de este modo un carácter de todo punto
diferente. A cada paso que avanzamos y a cada problema que so-
lucionamos no solamente se nos descubren nuevos problemas pen-
dientes de solución, sino que se nos impone la evidencia de que
incluso allí donde creíamos estar sobre suelofirme y seguro todo
es, en realidad, inseguro y vacilante.
Mis dos tesis sobre el conocimiento y la ignorancia sólo apa-
rentemente están en contradicción, por supuesto. La aparente con-
tradicción se debe, sobre todo, al hecho de que en la primera a
los términos «sabiduría» o «conocimiento» les corresponde un sig-
nificado totalmente diferente al que ostentan en la segunda. De
todosmodos, ambos significados son importantes y también son
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importantes ambas tesis; tanto que voy a formularlo en la siguien-
te tesis número tres.
Tercera tesis: Una tarea fundamentalmente importante e inclu-
so una piedra de toque decisiva de toda teoría del conocimiento
es que haga justicia a nuestras dos primeras tesis e ilumine la
relación existente entrenuestro conocimiento asombroso y en cons-
tante crecimiento y nuestra convicción —asimismo creciente— de
que, en realidad, no sabemos nada.
Si se medita un poco, parece casi por completo evidente que
la lógica del conocimiento haya de hundir sus raíces en la tensión
entre el conocimiento y la ignorancia. En mi cuarta tesis formulo
una importante consecuencia de esta convicción. De todosmodos,
antes' de exponer dicha tesis deseo disculparme brevemente por las
muchas que irán viniendo. Mi disculpa radica en la sugerencia que
se me hizo de exponer sintéticamente mi ponencia en forma de
tesis (con el fin de facilitar al coponente la tarea de aguzar al
máximo sus antítesis críticas). Debo decir, no obstante, que dicha
sugerencia me pareció muy útil, aunque la forma encuestión pue-
da provocar cierta impresión de dogmatismo. Mi cuarta tesis es,
pues, la siguiente.
Cuarta tesis: En la medida en que quepa en absoluto hablar de
que la ciencia o el conocimiento comienzan en algún punto tiene
validez lo siguiente: el conocimiento no comienza con percepciones
u observación o con la recopilación de datos o de hechos, sino con
problemas. No hay conocimientosin problemas —pero tampoco
hay ningún problema sin conocimiento. Es decir, que éste comienza
con la tensión entre saber y no saber, entre conocimiento e igno-
rancia: ningún problema sin conocimiento— ningún problema sin
ignorancia. Porque todo problema surge del descubrimiento de que
algo no está en orden en nuestro presunto saber; o, lógicamente
considerado, en el descubrimiento deuna contradicción interna
entre nuestro supuesto conocimiento y los hechos; o expresado
quizá más adecuadamente, en el descubrimiento de una posible
contradicción entre nuestro supuesto conocimiento y los supuestos
hechos.
Frente a mis tres primeras tesis, que por su carácter abstracto
pueden dar quizá la impresión de estar un tanto alejadas de mi
tema, es decir, de la lógica de las...
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