Karli
Escuela de Comunicación
Periodismo
Hugo Riveros: el Jesucristo pintor de Viña del Mar
Nombre: Karlita Riquelme Rodríguez
Ramo: Periodismo de Investigación
Profesor: Daniel Avendaño
Fecha de entrega: 30 de abril de 2013
Ni su padre ni su madre hubieran imaginado que su hijo, el niñotrigueño, alto y delgado con bigote hipster, llegaría a ser un gran artista.
- ¿Y cuándo comenzó a demostrar el gusto por la pintura y el arte?
- Como a los tres años y medio empezó a demostrar sus primeros dotes artísticos. Guillermo le pasaba unas hojas guachas de la escuela. Y un día cualquiera llegó con un dibujo que tenía una especie de lancha con dos palos hacia abajo, una cosa redondacon pelos arriba, y unas cuantas hojas extrañas alrededor. A mi me sorprendió bastante
-¿qué era?- pregunté.
Él me contestó súper entusiasmado ante mi pregunta.
-Lo de abajo son las piernas de la señora que nos lava la ropa, y lo de arriba la cabeza; y bueno, las hojas de al lado es el árbol de jazmín que tenemos en el jardín- dijo Hugo. Sinceramente, a mí nunca se me ocurrió que iba a serpintor, y no guardé ese dibujo- cuenta con una risa un poco triste la madre de Riveros- la señora “Suny”-.
Hugo Riveros provenía de una familia numerosa, era el segundo de seis hermanos, Marcelo el mayor, luego Hugo, el gordo Maxi, a los 4 años vinieron las mujeres y al último, Ariel- tenía un gemelo que lamentablemente murió de meningitis-. Guillermo, su padre, profesor de la Escuela Naval se lasarreglaba apenas para solventar la casa. Por suerte Hugo siempre se las ingeniaba para ganar un poco de plata. En el liceo como tenía facilidad para dibujar, y nosotros no le dábamos mucha plata porque no teníamos, se buscaba la manera de ganar unas monedas. La profesora siempre le ponía buenas notas, y entonces los compañeros le pedían que le hicieran los dibujos y le pagaban- cuenta el papáentre risas-.
Por suerte, tenía una mente ingeniosa. Comenzó a plasmar su facilidad para dibujar en cómics de cowboys. Inventó una revista, “el viento”. Le robaba unas cuantas hojas cuadriculadas al papá, y empezaba a crear sus historietas para venderlas a sus compañeros. La cara del señor Guillermo muestra tristeza cuando entre risas, cuenta que nunca conservaron una de sus revistas, porque enrealidad tampoco se imaginaba que su hijo sería algún día un artista tan reconocido por sus pares.
Amaba a sus hermanos, se llevaba muy bien con ellos. De hecho, en el liceo eran como los tres mosqueteros, sólo que allí le pusieron “los gatos”. Les decían de esa manera porque el padre tuvo la mala ocurrencia de que al mayor, a Marcelo, no le permitía afeitarse hasta que cumpliera los 15-16 años.Y por esa razón, los cabros en el liceo le pusieron “gato”-por los bigotes locos que le salía en aquel tiempo-. Marcelo siempre andaba con sus hermanos para todas partes. Eran “los gatos”. Incluso una vez que iba a ir a ir a San Felipe toda la familia, se encontraron en la estación de tren con todos los compañeros, y de la calle Viana les gritaban hacia el frente: ¡gato! ¡gato! ¡miau! ¡miau!Con su hermano menor era muy cercano, lo llevaba hasta la calle Valparaíso para que lo acompañara a pintar, con la condición de que Ariel le llevara las cosas. Lograba reunir mucha gente a su alrededor gracias a la característica de pintar en forma flash, incluso cuando colocaba sus discos de Beethoven, Mozart o Leonardo Flavio lo hacía tres veces más rápido, pero cantando bien fuerte.
Hugo erabien humilde para sus cosas, cariñoso, alegre, nunca se enojaba con nadie. Se fue convirtiendo de a poco en un “Jesucristo”, hacía acciones nobles, pero más de una vez sacó de quicio a sus padres.
¡Una vez llegó hasta con piojos! –grita la señora Suny- se rascaba mucho su cabellera larga. Estaba lleno de piojos y no entendíamos porqué con mi marido, cuando le pregunté, nos confesó que andaba...
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