KEKEKEKE

AVES SIN NIDO
Manuel se encuentra muy cansado, luego de haber viajado para poder encontrarse con la familia Marín, con su amada Margarita y finalmente declararle su amor.
-Manuel: -caminaconactitud entusiasta-¡Dios mío! Al fin podre verla. No puedo guardar más mi dicha; debo hablar cuanto antes con Don Fernando.
¡Que felices seremos mi amada Margarita y yo!
- Manuel va acercándose alhotelImperial, lugar donde se encuentran hospedados los Marín-
EN LA ESTANCIA DE LOS MARIN:
-Margarita:-se encuentra de pie, cuando siente el sonido de unos pasos-
-Manuel-entrando en laestancia-¡Señor, señora!
- Lucía y Fernando-se voltean y se dan cuenta de la llegada- ¡Don Manuel!
-Manuel (emocionado): ¡Margarita mía!
-Margarita (emocionada): Manuel, estas aquí
Ambos jóvenes deseanabrazarsepero fuerzas mayores se lo impiden.
-Don Fernando: -tomando el control de la situación- Manuel ¿Cómo van las cosas en Kíllac?
-Manuel recobrando su talante- Bien, Señor. Se ha arreglado elasuntode mi padre y se ha liberado al injustamente encarcelado Isidoro, pero lamento tener que informarle que los bandidos han quedado impunes.
-Don Fernando: Me alegro por lo primero, pero me apena quenose pueda aplicar la justicia en Kíllac.
Creo estar en lo cierto al decir, que Ud. Don Manuel no ha oído las noticias sobre el accidente ferroviario.
-Manuel (adquiere un talante serio ycompungido):¡Que sucedió!, le ruego que me lo cuente con prontitud.

Don Fernando comienza a relatar los percances que sufrieron en el tren.
-Doña Lucia-quitándole importancia al asunto- Oh, querido paraquehas preocupado con algo ya pasado a nuestro querido Don Manuel.
Y Ud. Don Manuel, no ha de preocuparse, ya que no fue nada demasiado serio, y lo único que se puede lamentar es el susto quetodos,pero en especial la pequeña Rosalía nos hemos llevado.
-Manuel (recobrando la serenidad): -se moviliza un poco por la estancia y mira su reloj- Me alegro que nada os haya ocurrido, en este...