Kevin
Un tiempo más tarde volvió a Toledo, buscando inspiración para dibujar. Un día encontró una plaza en la que había un convento que había sido una mezquita, un palacio de algúnnoble y seguro que algo más. Lo creyó perfecto para dibujar y se sentó en una piedra, y de repente desde una ventana vio una mano que le saludaba, una mano de mujer blanca, grácil. La mano desaparecióy por mucho que esperó para verla no volvió. Ese mismo día volvió a Madrid, y apuntó la fecha de ese día. Esa era la segunda fecha.
Un año después volvió a Toledo, y quiere el destino, que un díallegó a la misma plaza en la que se hallaba el convento, en el que doblaban campanas y se oían ruidos dentro, ya que había una toma de hábito. Entró dentro y presenció el final de la ceremonia, dondele cortaban el pelo y le colocaban el hábito a la novicia, la cual se internaba en el claustro para siempre. Bécquer le preguntó a una anciana que lloraba quien era aquella mujer, y ésta le respondióque era una joven, hija de un conde que había quedado huérfana hace un año porque sus padres habían muerto de cólera. Él le preguntó que como se llamaba la calle donde vivía y cuando se lo dijeron se...
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