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Casacion nº 002612-2002, el Derecho Romano, el representante realizaba los actos jurídicos, y este mismo adquiría los derechos y obligaciones; necesitando de un acto jurídico posterior paratransferir estos derechos y obligaciones al representado, sin que el representado tenga relación con los terceros.
De esta manera, frente al viejo principio romano, el cual admitía una serie de excepciones,surge el modelo jurídico, en el que establece como regla general el hecho de que los negocios jurídicos pueden ser realizados por el representante, salvo aquellos que expresamente lo señale la ley,como el testamento.
Nuestro Código Civil se ocupa de esta materia en la Fuente de las Obligaciones, encontrándolo en el Libro VII, que contiene los parámetros que son aplicables dentro de larepresentación, en tanto a los contratos como a los actos jurídicos propiamente como tales. Casi todos los artículos de dicho título hablan de actos o contratos. El fundamento que ha tenido el legisladorpara establecer la nulidad es bien claro, puesto que para garantizar la seriedad de los actos jurídicos, la ley ha ordenado que en su ejecución o celebración, las partes deben cumplir con ciertosrequisitos que esta misma establece.

Pero, como es natural, cuidó también de castigar a los que no cumplieran las dichas normas que establecen tales requisitos. Pues bien, la sanción es el castigoque se estableció teniendo como finalidad la nulidad del acto, es decir, privar al acto de toda clase de efectos jurídicos.

Tomando en cuenta lo anterior, ¿Puede un representado pedir la nulidadabsoluta de un acto o contrato que su representante ejecutó o celebró a nombre de él sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba?, ¿Se considera que el representante, por ser el sujeto activo ypasivo de los derechos que de tal acto y contrato emanen, sabe o debe saber igualmente el vicio que lo afectaba? Pues, la solución del problema depende de la doctrina que se acepte para explicar el...