Kitty

KITTY
BILL LO HABÍA HECHO PARA MOLESTARME, LO ABORRECIA TANTO. MAMÁ LE HABIA DICHO QUE ENTRE LOS DOS ESCOJERIAMOS LA MASCOTA, PERO AL PARECER “ENTRE LOS DOS” NO ME INCLUÍA A MÍ. Bill sabía que yoquería un perro, pero claro, como siempre, tenía QUE SALIRSE CON LA SUYA. ÉL QUERIA UN GATO Y AL PARECER EL DESTINO TAMBIÉN:
-¡MAMÁ, MAMÁ! – GRITÓ CUANDO SE ASOMO POR LA VENTANA DEL AUTO, MIRANDO ALSUELO - ¡EL GATO, MAMÁ ¡
Y CON ESOS AGUDOS GRITOS DE MI HERMANO MENOR, MI MADRE DEJÓ EL AUTO ENCENDIDO Y APURADA SE BAJÓ A VER. A POCOS MINUTOS BILL YA GRITABA, COLGANDOSE DE LA FALDA DE MAMÁ: -¿PODEMOS QUEDÁRNOSLO, MAMÁ? ¿PODEMOS? ¡MAMÁ! ¿SI?
Y MAMÁ, QUE YEGABA TARDE AL TRABAJO, LE SONRIO Y LE REVOLVIO LOS CABELLOS; NO TUBE QUE QUITARME LOS AUDÍFONOS PARA ESCUCHAR SUS PALABRAS sonar en mi mente:“por supuesto cariño.” Había escuchado tantas veces eso.
Así pues, Bill, el pequeño monstruo, sonrió, iluminándole el cielo a mamá –por algo ella no podía decir que no, ¿cierto?-, y esta subió al autoy arranco. Nos bajó en la acera, frente a la casa. Yo ya tenía edad para llaves, catorce siendo precisa, pero al parecer Bill, de nueve, aun quería una nana. Toque la puerta, mirando de reojo a Billque cargaba al gato sin mucho cuidado. El me sonrió como el vil demonio que era; me dirigió esa mirada que mama nunca había visto y me saco la lengua. Le correspondí con el mismo gesto.
-no molestes atu hermano, Margaret. –escuche una voz y seguí hacia adelante; gloria la nana de Bill, chasqueaba la lengua y me miraba con desaprobación. Quise poder sacarle la lengua también, pero no quería másproblemas. Además, Bill sonreía de nuevo. “siempre el.”, pensé. -¡mira, Margaret! KITTY se burla de ti. –grito Bill frente a mí, pasándome al mugroso gato blanco por la cara; le di en manotazo y elaparto al gato.
-KITTY. ¿EHH? QUE ORIGINAL. –ME BURLE Y VOLVI A MI TAREA. EL NO DIJO NADA Y SE FUE A SU HABITACI0N; SONREI SATISFECHA AL VER QUE AUN TENIA EL DON DE HACER ENOJAR A BILL.
Un sábado...