kjlkjlkj
Empezar a pensarnos como estudiantes de Letras implica comenzar a preguntarnos por nuestros modos de leer. De hecho, estudiar Letras es aprender a leer de un mododiferente: atento, minucioso, hasta diríamos audaz. No significa que otras lecturas no sean atentas, minuciosas o audaces; nos referimos a una forma de leer que ponga el acento en dimensiones diferentes o,para decirlo de otro modo, que haga otro camino para comprender el texto.
Así, estudiando Letras uno se da cuenta de que un texto no es, precisamente, un conejo que un escritor-mago saca de unagalera. Si así fuera, es decir, si el escritor hiciera magia y apareciera el texto, nosotros -estudiantes de Letras- ya no tendríamos más nada qué hacer, sólo nos restaría sentarnos a leer con los ojosabiertos de admiración.
Pero, en realidad, quienes estudiamos Letras tenemos varias cosas que hacer. Una de nuestras principales tareas es, por supuesto, leer. Pero no leemos conejos, leemos textos. Ylos textos -creemos, estamos convencidos, creemos estar convencidos-, son construcciones. Pero son construcciones porque nosotros hemos decidido leerlas como tales. Decidimos, entonces, pensar untexto como un resultado de un proceso de puesta en hacer, de edificación. Ladrillo tras ladrillo, el texto se hace, el texto se construye. Y de esta manera, también, el texto se analiza.
De esto se tratala propuesta de análisis que ahora les presentamos. Esos ladrillos son los elementos que constituyen al texto. Podemos diferenciar, en una primera instancia, cuatro elementos: el espacio, el tiempo,los personajes, el narrador. Si logramos diferenciar, describir y luego poner en relación esos elementos, entonces habremos cimentado una manera -otra, diferente- de leer.
Sucede a veces que, en lamágica y repentina aparición del conejo, olvidamos todo aquello que lo hizo aparecer, y nos olvidamos de nosotros mismos mirando al conejo. Nos proponemos, entonces, pensar que los cuentos no nacen...
Regístrate para leer el documento completo.