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ntroducción.


Para iniciar el análisis de la película Troya, La Ilíada de Homero y los mitos griegos, decidí interiorizarme en la teoría de Umberto Eco acerca de la actualización quedeberealizar quien lee un texto.
Eco destaca que un texto está plagado de espacios en blanco, de intersticios que deben ser rellenados; el emisor debe prever que se los rellenará y dejará esosespaciosen blanco por dos razones: La primera es porque el texto es un mecanismo perezoso que depende de la plusvalía de sentido que el destinatario introduce en él. La segunda razón es la de lapretensiónpor parte del texto de dejar al lector la iniciativa interpretativa.
Un texto es emitido no sólo por su capacidad comunicativa concreta, sino también para que quien lo lea lo actualice consuspropios conocimientos e intereses. Son los elementos no dichos los que deben actualizarse en la etapa de actualización del contenido. Un texto requiere de ciertos movimientos cooperativos, activosyconscientes por parte del lector.
Si bien el autor de “lector in fabula”[1] hace su enfoque desde el punto de vista literario, o sea el texto escrito, creo la posibilidad de apuntar su teoríaa lafilmografía también.
En los próximos capítulos haré una reseña acerca de las similitudes y diferencias entre el mito y la película, y luego entre el mito y lo obra de Homero.Finalmentepostularé mi conclusión a la cual llegaré mediante la recopilación de datos y la visualización y lectura del material ya nombrado.


I. El rol de los dioses.


En la época de los griegoslosdioses forjaban el destino de los hombres y fueron ellos quienes determinaron el sino de Troya. Influenciaron a la civilización en aquellos tiempos, y esto se ve muy reflejado en la obra deHomero.La acción del hombre carece de propia decisión.
Los conflictos y guerras surgían por la cólera e ira de los dioses, así como también en las muertes se veía reflejada o se atribuía el deseo