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Un día llegamos a esta a esta escuela y algunos de nosotros llorábamos porque no sabíamos lo divertido que la pasaríamos aquí y que jugando aprenderíamos muchas cosas, aprendimos a compartir, acantar, a escribir, a leer, a conocer los colores para poder pintar el arco-iris, a que la semilla necesita agua para crecer y hacerse un planta que dé frutos y flores.
Luego de los 9 años más largos denuestras vidas, por fin podemos decir que avanzamos a un nivel superior. De ser los mayores de primaria a ser los menores de bachillerato.
Llevamos muchos años de recuerdos como cuando solo nossentábamos en el más divertido ovalo a rezar. La típica frase de las maestras “yo no mando tarea pero soy muy exigente” y terminábamos el lapso y el único cuaderno lleno era el de tarea. Recuerdos que no seolvidaran como la gran ceremonia de bodas a escondidas de las profesoras, con damas de honor y demás, cuando nos escondíamos para que no nos regañaran por correr, los inolvidables grupos al cual laprofesora tenía un oído biónico para escuchar hasta la mínima palabra que decíamos y siempre se paraba diciendo “ese grupito de allá no me funciona, miren aquel grupo ni se siente”… tantas cosas quetal vez seguirán ocurriendo o tal vez no por pensar en la tonta idea de que ya somos grandes.
Cada día de nuestras vidas recordaremos a las inolvidables maestras desde 1er nivel hasta 6to grado.Llevaremos grabado que desde preescolar éramos unos monstros pero con las enseñanzas de las profesoras: enza y Bianca, kati, dayana y Judith. Pudimos llegar a lo que somos hoy. Como olvidar Aída y a Eva,con sus chistes que solo ellas se reían porque nosotros ni media palabra entendíamos, luego vino la temible yolima que después de todo no era tan mala como parecía era súper divertida, y siemprerecordando a oly; aquella maestra que con sus risas contagiaba a todo el grupo, y su amabilidad enamora, y no por el hecho de que es dulce, es que no mandaba tarea, pero con sus 41 hojitas del método...