[pic][pic]La convivencia con los animales es el eje de este ensayo en el que Konrad Lorenz habla de su exdperiencia personal en el trato diario con especies que van desde los más habituales perros yhámsters hasta las grajillas. Hay episodios bastante graciosos en los que muestra la extraña y estrecha relación que algunos animales pueden llegar a establecer con los seres humanos. Enternecedor esel capítulo de Martina, un ganso salvaje hembra que, nada más nacer, lo primero que ve es un hombre; el propio Konrad, al que identifica con su madre, con la responsabilidad que eso implica para elhombre. Las vicisitudes del autor con los animales que le han acompañado durante toda su vida, además de resultar graciosas, pueden ser aleccionadoras. Y si en algún momento puede parecer que larelación con el animal se basa en la crueldad del encarcelamiento de éste último, el autor siempre intenta explicarse y ofrece curiosas referencias sobre lo que supone para algunos animales determinadapérdida de libertad. Habla de la necesidad de espacio que necesitan ciertos animales y del cambio en su actitud y en su agresividad que supone el encierro, porque las inhibiciones que tienen efecto en elmedio natural pueden no funcionar en cautividad. Todo el libro se basa en ejemplos de su propia experiencia, así que son muy concretos y muy entretenidos.
Así pues, el lector encontrará aquí,expuestos con sencillez y
amenidad, una serie de casos que ilustran algunas de las grandes aportaciones
de Konrad Lorenz a la Etología, como la teoría de la impronta y la noción de
mecanismo innato dedesencadenamiento o sus reflexiones sobre la
agresividad, el aprendizaje y el lenguaje.
A KONRAD LORENZ (1903) le fue concedido el Premio Nobel de Medicina en 1973. Se recompensó así el esfuerzo detoda una vida dedicada al estudio del comportamiento animal. La Etología es esa ciencia que quiere sentar los principios de una «psicología» zoológica, referida tanto a su ámbito estricto como al...
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