Kumelen

Kumelén
Aquella noche había leído por enésima vez El Principito.
Pero, como si fuera la primera, me había conmovido profundamente. Sentía cierta ternura, cierta tristeza...
No me pregunten por qué. Las cosas más profundas
son las que menos pueden ser explicadas.
Es fácil observar las olas que se agitan en la superficie del mar, y no es fácil contemplar la misteriosa vida de susprofundidades.
La vida está siempre oculta en el silencio y en la hondura;
el germen vital duerme en el callado y oscuro centro de la semilla; la semilla espera en el abrazo recogido del surco:
el bebé vive en las cálidas entrañas de la madre...
Dios anuncia su presencia discreta,
desde lo más secreto del corazón del hombre...
Apagué la luz y me dispuse a descansar.
Creo que entré muy pronto enun sueño profundo.
Y oí una voz femenina que me hablaba.
- Buenas noches.
- Buenas noches – creo haber respondido......

No se si despierto o si dormido.
- ¿Porqué estás triste?
- Déjame dormir – dije con no disimulado mal humor.
- No, no es necesario que despiertes.
Puedo comunicarme contigo mientras duermes.
- Bien. ¿Y qué quieres?
- ¿Porqué estás triste? - insistió.
- ¿Y cómosabes que estoy triste si estoy dormido?
- El corazón nunca duerme,
cuando cierras los ojos y apagas el pensamiento,
tu corazón sigue latiendo y sintiendo.
El pensamiento es como la llama de una vela,
basta un soplo para apagarla.
El sentimiento es como una brasa,
y sigue ardiendo debajo de las cenizas.

Confieso que sentí fastidio.
- Y tú, ¿quién eres? - pregunté.
- Eso no tieneimportancia. Los hombres adultos siempre quieren saber el nombre, como si con
eso supieran lo más importante.
Si quieres de veras saber algo sobre mí y conocerme, tendrás que amarme.
Es imposible conocer a las personas sin amarlas.
- ¡Ufa! Déjame dormir. Acabas de decirme un disparate.
Antes de poder amarte necesito saber quién eres,
necesito conocerte...
Soltó una risa ingenua ycristalina.
Y confieso que me irritó y no poco.
¿Quién era aquella niña para burlarse de la sensatez de un adulto?... Además, la imagen varón del Principito fascinante y sabia, habitaba todavía mi mundo interior,
y esta presencia femenina me causaba cierto fastidio.
Y seguí durmiendo con el deseo de desembarazarme de ella.
Pero lamentablemente no fue así, o tal vez afortunadamente...
Después deun breve silencio, volvió a la carga:
- Vamos – me dijo
Y de repente me ví frente a una niña hermosa, con su cabellera suelta, sencilla y graciosamente vestida.


Estábamos al pie, en los umbrales de un inmenso puente.
—Vamos— me dijo, como invitándome a caminar
sobre aquel puente.
—Pero, ¿adónde?— pregunté molesto.
—Vamos juntos— insistió dulce pero firmemente— Subamos por este puente.Yo miré absorto aquel inmenso y extraño puente multicolor,
y di como sin advertirlo mis primeros pasos.
—Es hermoso el arco iris— dijo como para sí misma.
Confiado en aquella niña, de pronto sentí ganas de seguir andando por aquel puente encantado...
— ¿Quieres decirme hacia adónde vamos?— insistí.
—iSiempre lo mismo! - reaccionó con evidente disgusto, pero sin abandonar su tonobondadoso y comprensivo.
— Primero necesitas conocer para poder amar,
y no te atreves a amar para e conocer;
ahora quieres conocer la meta antes de caminar,
y no te atreves a caminar para asombrarte descubriendo la
meta desconocida...
Todo pensado. Todo nombrado. Todo previsto...¡una vida sin sorpresas! Una vida...
—¡Oh! ¿Para esto molestas mi descanso?
Yo soy un hombre adulto, serio,previsor y prudente.
—¡Mira esa estrella que cae!—
dijo sin prestar atención a mi réplica.
—Mira qué hermosa estela de luz va dejando
como huella en su camino.
Era realmente un espectáculo agradable ver derrumbarse aquel chorro de luz, que iluminó, todos los colores del arco iris, haciéndolos resaltar.
Ella seguía señalando el cielo con su índice, mientras repetía:
— ¡Qué hermosa estela...