GEOCULTURA Y DESARROLISMO La afirmacin de que el desarrollo debe mutar el ethos popular, no tiene una base realmente cientfica, sino que refleja a lo ms un propsito. En este sentido cabe aducir no slo una prueba emprica segn la cual en el altiplano se tropieza con numerosas dificultades cuando se intenta dicha mutacin, sino tambin las dificultades que surgen ante una errnea apreciacin delconcepto de desarrollo y los preconceptos que lo suelen acompaar. Ante todo cul es el significado del trmino desarrollo. Desde el punto de vista semntico pareciera referirse a un- movimiento que parte de un estado de cosas y procura llegar a otro, considerado como una meta. Pero esto mismo no puede efectuarse en forma mecnica y menos como resultado de un manipuleo externo de los elementos que favorecenel desarrollo. Cuando se habla del desarrollo de un joven, se hace referencia a ciertas condiciones que lo han favorecido, pero tambin a un proceso autnomo basado en las condiciones biolgicas de dicho joven. Existe entonces un aspecto interno y otro externo del desarrollo. Pero el interno predomina sobre el exterior. Lo que est arrollado o enroscado debe desarrollarse en el sentido dedesenroscarse. Y esto no se debe entender como un proceso mecnico, sino como evolucin biolgica, lo cual le confiere al sujeto en desarrollo una marcada autonoma. Es como si la movilidad arriba indicada siguiera un plan, en cierto modo un cdigo, o una entelequia, de tal modo que, si se desarrolla una planta no puede obtenerse sino tambin una planta, pero desarrollada y no un animal. Esta ha de ser la condicinde todo desarrollo y es lo que la euforia desarrollista de las dcadas del 50 y 60 no han podido comprender. Los tericos de ese, movimiento se basan exclusivamente en los aspectos exteriores del desarrollo y, entonces, como es natural, nada les cuesta afirmar que es imprescindible mutar el ethos del pueblo. En este error incurren autores tan importantes como Paulo Freire. Este autor manifiesta unaactitud realmente favorable y comprensiva hacia el campesino, Tiene conciencia muy clara sobre la dimensin del arrollamiento por decir as, (o condiciones reales) en que vive el campesino, pero no saca de ah todas las consecuencias del caso. En ltima instancia termina por proponer tambin, aunque con una gran habilidad, una mutacin del ethos popular. Como lo hace con un conocimiento completo yprofundo del tema ofrece un frente ms amplio para elaborar una crtica seria a esta forma de encarar el desarrollo. Ante todo cabe hacer notar que Paulo Freire pretende promover el desarrollo mediante la educacin. Esto de por s ya es falible. No se puede educar en general. Se educa a alguien para que se adapte a una comunidad y al sentido de la realidad que es propio de ella. Hay entonces una educacinpropia de la cultura hopi por ejemplo, y otra propia de la occidental. Y si Freire insiste en que hay que inculcar al campesino el ideal dinmico de la transformacin de la naturaleza, el sentido de la educacin que l esgrime ya no sirve ni para la cultura hopi ni para la aymar, ni para la quechua, sino slo para nuestra cultura occidental. Es ms, incluso el hermoso concepto de educar a travs de lalibertad del sujeto es estrictamente occidental. Olvida Freire que toda educacin tiene un hondo sentido local que se pone de manifiesto cuando se traspone la cultura que le corresponde. Paulo Freire se coloca evidentemente en el tope de lo que podemos concebir como educacin, pero no podemos evitar que ese tope corresponda estrictamente a lo que nosotros, como ciudadanos occidentalizados, concebimoscomo tal. Y es natural que as sea. Freire se debe a su comunidad y difcilmente, tratndose de una accin especfica como es la de educar, podr evadirse de esta misin. Por eso describe bien al campesino pero no lo toma en cuenta, ya que lo occidentaliza con su ideal educativo. Pero no es ste el nico error que comete. Por ejemplo, es curioso el sistema binario de clasificacin que utiliza en su...
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