Kusinas
La idea de queal castigar un homicida o un secuestrador, torturador, o lo que fuere con la pena de muerte, el Estado se vuelve, eso mismo, un homicida, es una petitio principii, es decir, una petición de principio:se da por sentado precisamente aquello que se quiere demostrar, hay ocasiones en las que los representantes del Estado pueden privar de la vida a otra persona y hacerlo en cumplimiento de la ley, peroel caso de la pena de muerte es distinto toda vez que eso sería equivalente a quitarle la vida a otra persona “a sangre fría”, y eso los asemejaría “moralmente con los que castigan”.
En estecontexto, valdría la pena preguntarse ¿qué tan importante es ese hecho? ¿Es realmente suficiente para que, por una cuestión de principio, los eximamos de un castigo ejemplar proporcional a las atrocidades desus crímenes? La sociedad mexicana ha expresado su juicio y, al hacerlo, ha contestado en forma negativa ambas preguntas. En consonancia con este juicio, la solidaridad y empatía de la mayoría de losmexicanos con los familiares de las víctimas que han sido torturadas y asesinadas, los ha convencido de la necesidad de exigir a las autoridades, al Estado mexicano, que recupere su autoridad y la...
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