L2 Del Villar 2001

LA PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL∗
Luis del Villar Pérez
A pesar de que el origen de todas las corrientes psicológicas —y lo mismo puede
decirse de las ciencias y disciplinas en general— está supeditado en gran medida
a eso que los filósofos llaman el “espíritu de los tiempos”, tal vez pocas veces,
como en el caso de la llamada psicología transpersonal, dicho “espíritu” ha ejercido un peso tanconsiderable.
No es exactamente que el advenimiento de la psicología transpersonal hubiera
podido ser previsto con una antelación más que respetable. En todo caso, vistas
las cosas en retrospectiva, ahora parece lógico pensar en la inevitabilidad de que
ella cristalizara. La razón principal puede ser demasiado sencilla: fue la respuesta
a décadas de un dominio ejercido por corrientes psicológicasmaterialistas en
exceso, positivistas, a veces francamente antihumanísticas, y etnocentristas por
añadidura.
Es cierto que al conductismo y al neoconductismo (representados de manera
simbólica por los norteamericanos J. B. Watson y B. F. Skinner) difícilmente
puede considerárseles como alternativas absolutas en el campo del comportamiento, aportaciones relevantes aparte, dado que en mucho su posiciónfilosófica
se centró en sostenerse como una reacción al predominio y a los excesos del
freudismo. Ambas corrientes, antagonistas irreconciliables en la superficie, comparten sin embargo ciertas posturas: el freudismo y el conductismo no sólo son
poderosamente deterministas y se encuentran fincados en la visión "newtoniana"
de la psicología (Capra, 1985) , sino que también propenden al establecimientode
una psicología (o a una cosmovisión) pretendidamente universal, que sin embargo obedece a una forma de pensamiento o a una ideología que podría considerarse occidental. Este punto es importante porque en buena medida una de las
actitudes de la psicología transpersonal durante el proceso de su construcción
consistió en rescatar en mucho los aportes a la psicología derivados de formas depensamiento y civilizaciones no occidentales (primordial, pero no exclusivamen∗

Material original

602
Del Villar Pérez, L.

te, del Oriente profundo). Dicho en forma más escueta, las primeras dos denominadas "fuerzas" en psicología trataron de imponer sus estilos de trabajo y sus
valores, al margen de las diferencias históricas, geográficas e idiosincrásicas que
coexisten en el planeta.
La cuestión dela base materialista de las psicologías occidentales merece otro
párrafo. Cuando se hace referencia a una "psico1ogía materialista" la tendencia es
a pensar en una psicología de corte marxista soviético tan sólo. Esto constituye,
por supuesto, un error enorme; no porque la en su momento influyente psicología soviética no haya sido materialista, sino porque no ha sido la única tipificable
como tal.De hecho, el freudismo y el conductismo fueron ideologías psicológicas
materialistas, en la medida en que su visión de la realidad se ciñó a la descripción de elementos materiales y más o menos definibles del comportamiento (así
el conductismo haya insistido en repudiar del aporte freudiano lo que despectivamente ha considerado "ficciones explicativas" —el aparato intrapsíquico y sus
rejuegos—del psicoanálisis ortodoxo; "ficciones", si así quiere vérseles que no
por inobservables dejan de estar planteadas sobre una idea de materialidad,
sobre esa concepción newtoniana del universo como un mecanismo enorme,
inexorable, en este caso de relojería psicológica).
El materialismo como una de las ideas dominantes en la psicología moderna, de
este modo, tiene menos que ver con una posiciónpolítica, que con una filosófica
general. El historiador humanista Lewis Mumford (Mumford, 1998)describe la
concreción histórica del reino de la máquina, lo que le permite apuntar varias
ideas notables. La vida en el planeta cambió sensiblemente con el perfeccionamiento sucesivo de diversas máquinas (para Mumford la máquina más importante por su impacto en nuestra civilización fue el reloj de...