La ética hacker

Pekka Himanen:
la ética hacker


¿Qué es un hacker? Es habitual que en los medios de comunicación encontremos títulos que identifican a los hackers con algún delito informático o con el ataque a la página o el servidor de alguna dependencia estatal, a veces a modo de protesta, otras por mera diversión. Incluso hay películas que cultivan este perfil, sumiendo a los supuestos hackers en tramasde intriga y espionaje.
Sin menospreciar la capacidad de Hollywood por encontrar historias y argumentos atractivos y crear fantasías, debemos decir que esta imagen que los mass media han contribuido a formar poco tiene que ver con el verdadero hackerismo. Para diferenciarse de ellos, los hackers llaman “crackers” a quienes se dedican a actividades dañinas como, por ejemplo, sabotear servidores,realizar transacciones bancarias o copiar datos de tarjetas de crédito de manera ilegal e infectar computadoras personales con virus informáticos a través de la red.
El verdadero hackerismo es el que caracteriza a personas entusiastas, apasionadas y activas, que dedican su tiempo a una actividad que requiere de colaboración mutua o cuyos resultados son compartidos de manera comunitaria para queotros miembros puedan establecer nuevos desarrollos a partir de ellos. Y —sorpresa para más de un desprevenido— ni siquiera se requiere que sean personas dedicadas a la informática, aunque veremos por qué el desarrollo de la tecnología digital y, sobre todo, de la Red de redes, creó un nuevo nivel de colaboración comunitaria y contribuyó al despliegue de una nueva ética, completamente distinta ala que caracterizó a nuestras sociedades hasta este momento.

La era de la información
El sociólogo finés Pekka Himanen publicó en 2001 su libro La ética hacker, en el que desarrolla sus aspectos más distintivos. Su vigencia se mantiene intacta en cuanto a sus planteos históricos y filosóficos. De hecho, muchos de sus pronósticos se vieron confirmados en el curso de la última década y media.Tengamos en cuenta que cuando Himanen escribió su ensayo, sólo el 5% de la población mundial tenía acceso a internet (hoy accede un tercio) y las redes sociales estaban todavía muy lejos de alcanzar el súmmum que transitan actualmente. Ejemplo de esta percepción visionaria son los vaticinios de Himanen acerca de la convergencia cada vez mayor de la tecnología en los teléfonos celulares, fenómeno queconvertiría a cada usuario en potencial cronista y transformaría a la Red en un nuevo medio de comunicación. Himanen extrae estas conclusiones a partir de la guerra de Kosovo (“cabe denominar a la guerra de Kosovo la primera guerra por Internet, del mismo modo que la guerra de Vietnam fue calificada como la primera guerra por televisión”, pág. 731), cuando el uso de la Red era infinitamente máslimitado que ahora, y los “reportes” y denuncias de los ciber activistas se difundían a través de sencillos e-mails.
De todos modos, el aspecto más interesante del estudio de Himanen son las conclusiones que elabora a partir del trabajo y las conversaciones que compartió con Linus Torvalds, creador del sistema operativo Linux, y Manuel Castells, autor de la trilogía La era de la información:economía sociedad y cultura (1996-2000).
El trabajo de Himanen demuestra de qué modo el salto informático de las últimas décadas creó las condiciones para un nuevo tipo de ética, surgida de las entrañas del capitalismo, pero completamente diferente a la del protestantismo dominante durante los últimos cinco siglos. A través de las experiencias de Linux (un sistema operativo gratuito y de códigoabierto que es mejorado por sus propios usuarios) y de las conclusiones de Castells, Himanen demuestra que el tránsito a la sociedad de Red no produjo en sí mismo un cambio ético y que el protestantismo como filosofía sigue vigente incluso bajo las nuevas relaciones sociales creadas a partir del salto en las comunicaciones. “Si examinamos los hechos empíricos del ascenso de la sociedad red hasta la...