La abejita clementina
¨ ¡Qué injusta es la vida! ¨- pensaba Clementina, mientras observaba por una rendija a la reina que con paciencia yserenidad aseaba sus patas.
- ¡Cómo quisiera estar allá afuera!
- ¿Qué cosas me esperaran…?
Recordó un día cuando su madre le contaba a su amiga Zumbido que el mundo estaba lleno de aventuras, pero queera peligroso y amenazante.
- … pero, no creo que sea tan así, las mamás siempre exageran, - pensaba Clementina.
Esa noche casi no durmió imaginando como disfrutaría de aquel maravillosoespectáculo que la esperaba allá afuera.
Por la mañana Clementina se despertó ansiosa, sabía que algo pasaría deferente a los otros días.
En la colmena lo trabajos no se detenían, se trabajaba porturnos, había que producir, asear, acarrear, proteger, en fin era un trabajo arduo. Las pequeñas como ella, si bien tenían que colaborar en ciertas tareas, disponían de un tiempo para jugar ydivertirse, dentro de la colmena, pero eso ya no le llamaba la atención a Clementina.
Esa mañana ella le comento a sus amigas más cercanas el deseo de conocer el mundo exterior, pensando que ellas laapoyarían. Clementina no comprendía que alguien no sintiera curiosidad por ver lo que había allá afuera.
- Como un eco, las amigas de Clementina exclamaron: - ¡Estás loca! – ¡Nuestras madres dicen queaún no estamos preparadas! – Que el mundo es peligroso, acelerado y que está lleno de contaminación.
- Clementina pensó que sus amigas eran necias, que nadie comprendía sus ansias de conocer todoaquello que relataban las obreras durante las horas de colación. Clementina siempre las escuchaba conversar y contar cosas maravillosas del mundo exterior. Ella ya no podía esperar, debía ver con sus...
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