la adolecencia en la ninñez
Desde la experienciaclínica, es frecuente escuchar que los padres consultan bastante angustiados porque observan diversos cambios en el comportamiento de sus hijos o hijas entre 11 y 12 años aproximadamente. “Ha comenzadoa aislarse, está con mucha rabia, de mal genio, se encierra en su pieza y no habla. Su rendimiento escolar ha bajado. No se deja acariciar, nos rechaza con brusquedad cuando nos acercamos. No cuentasus cosas y responde con monosílabos”, dicen.
Los púberes no saben qué les pasa, su mente se ha puesto en blanco. Aparecen nuevas sensaciones corporales, nuevas vivencias y fantasías. Se sientenllenos de ambivalencia: curiosidad y placer y, a la vez, susto, extrañeza y culpa. Los impulsos sexuales y agresivos invaden su cuerpo y psiquis.
El púber comienza a mirar a los padres en formadiferente: los crítica, desafía y descalifica para autoafirmarse; los padres ya no son figuras idealizadas y omnipotentes. El duelo respecto de los padres de la infancia, implica a la larga, una visiónmás realista de los progenitores. Es un trabajo psíquico importante para el logro de la propia identidad.
Los padres del adolescente deben prepararse para la metamorfosis del hijo, ser capaz decontener la agresión y comprender la necesidad que tiene este de derrocarlo.
Ahora bien, el adolescente, necesita saber que los padres podrán tolerar su agresión, estando allí, empatizando con lo que...
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