La Aldea Global
El libro, "Educación, Mundialización y Democracia: un circuito crítico", contiene pensamientos y reflexiones de Alfredo Gutiérrez Gómez (Universidad Iberoamericana), Raúl Domingo Motta (Universidad del Salvador, en Argentina) y Emilio Roger Ciurana (Universidad de Valladolid, en España), compilados por Enrique Luengo González (UniversidadLatina de América), que fueron presentados por los autores a los miembros de la Federación de Instituciones Mexicanas Privadas de Educación Superior (FIMPES) y los asistentes de la Cátedra Itinerante UNESCO "Edgar Morin", en reuniones, ambas, llevadas a cabo a fines de abril de este año en Morelia, Michoacán, hoy compartidas en esta obra literaria auspiciada por varias instituciones, nacionales yextranjeras vinculadas a la educación. El título del libro, ciertamente, da muestra de la complejidad de nuestra realidad. Habla, en suma, de la importancia de ligar conceptos, disciplinas, problemáticas, a fin de reconocer y comprender los desafíos contemporáneos.
Paso a comentar algunas ideas que la lectura del libro me provoca.
La posmodernidad es un concepto que aún no me compro, a pesar delas evocaciones de Raúl Domingo Motta y del sugerente texto de Perry Anderson sobre el tema (Los orígenes de la posmodernidad, 1998), pero indica la necesidad de empezar a distinguir y dar nuevas definiciones al momento histórico que vivimos. Creo, más bien, como Emilio Roger Ciurana, que "los enormes desarrollos de la racionalidad técnica e instrumental no han sido seguidos ni de lejos por undesarrollo de la moral", que "estamos inmersos en una sociedad que tiene y crea nuevos contenidos para los que aún no hay teoría y conceptos". Emilio Roger cita a Luhmann para recordarnos que "pensamos con conceptos que no sirven para pensar la moderna sociedad porque se trata de conceptos pensados en épocas pasadas, esto es, épocas de menor complejidad" o, como dice Morin, con una actitud positiva,"hay que crear nuevos conceptos y partir de una nueva mirada" sobre estos fenómenos. Emilio concluye que somos rehenes de conceptos y paradigmas anquilosados y que vivimos en un mundo nuestro, globalizado, entrelazado, interrelacionado e interdependiente que debemos aprender a gestionar o a pilotear, como le llama Domingo Motta.
El mismo Domingo afirma que vivimos el ocaso de un horizontecivilizacional: por un lado la desproporción entre los problemas y las viejas soluciones, por el otro el descalabro de las perspectivas elaboradas a principio de siglo. Y es que, como menciona Alfredo Gutiérrez Gómez, "estamos empezando a vivir el tiempo del conocimiento, la civilización del saber, la era de la información".
Alfredo Gutiérrez nos recuerda: "Todo va unido, aunque no podamos dar cuenta dela totalidad; quizá esas totalidades inalcanzables son el supuesto más seguramente objetivo de nuestra sobrevivencia y -de ser reconocidas- producirán otros resultados que si siguiéramos partiendo de un supuesto contrario porque requerimos de otros modelos o paradigmas del conocer y el hacer humano".
El diálogo con los autores se da a lo largo de toda la lectura porque los puntos de vista de losautores podrán compartirse o no y confrontarse bajo la dialógica inherente a la realidad, esperada por Morin, porque del análisis de problemáticas como los que nos ocupan en el texto surgen las interrelaciones, las visiones complementarias e incluso las partes antagónicas de manera más clara. El libro invita a eso, a remover, a debatir, a cuestionar. Es el texto, pues, una manera de empezar acomprender nuestra realidad desde una posición diferente, para discutirla, para estudiarla, para vincularla.
Dice Edgar Morin que "enseñar la democracia y la ciudadanía terrestre son elementos básicos de una ética del género humano, cuyo imperativo central es salvar a la Humanidad realizándola". Así como Emilio Roger nos pide una antropología compleja que reconozca las cualidades de racionalidad e...
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