La alteridad como criterio tico en la vida escolar



La alteridad como criterio ético en la vida escolar

Introducción.
En este trabajo intentaré dar respuesta a los siguientes cuestionamientos: ¿Qué característica tiene la relación que se establece entre el maestro y el alumno?; ¿Qué significado tiene el alumno para el profesor? ¿Un mero objeto de conocimiento o un ente social?. Son muchos los trabajos que se han desarrollado en relación conlas variables que intervienen en los procesos enseñanza –aprendizaje, pero creo se deja de lado la importancia que tiene la percepción del docente como educador con el dicente, vista como una relación ética que la define y constituye como tal acción, claro sí su intención es ir más allá que la mera transmisión de conocimientos o enseñar destrezas o habilidades.
Me parece que el ambienteeducativo en el que se sumergen maestro y alumno debe ser una respuesta responsable y consciente al compromiso del encargo social que asume el docente, es decir hacerse cargo del alumno. Sin olvidar la influencia del contexto en el proceso educativo, abastecido por las experiencias de las tradición. Entonces creo que no hay pedagogía sin experiencia ni ubicación pero siempre haciendo enel reconocimiento del otro su punto de partida, lo que nos lleva a situarnos, por coherencia, en un nuevo modelo de educación: la pedagogía de la alteridad.       
Durante generaciones, se ha concebido y ejercido la educación con el solo patrón de la eficacia. Controlar las variables que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje, ha sido la preocupación de la investigación y prácticapedagógica, rebasando sin duda las prácticas caracterizadas por la experiencia y el sentido común. Esta preocupación no necesariamente ha tenido como producto una enseñanza mejor en integralidad humana de la persona.
De acuerdo con P. moreno que dice “Aún siguen vigentes paradigmas que durante años han configurado la enseñanza intentando, en vano, someterla a niveles de control y racionalidadequiparables, en sus propósitos, a los procesos industriales” es decir se intenta en forma coercitiva imponer un modelo educativo (euro céntrico). No se pretende renunciar al propósito de introducir nuevos elementos que eleven el nivel de racionalidad en los procesos educativos.
No podemos relegar a un segundo plano el derecho del “homo sapiens” de aspirar mediante la apropiación de valores aser un ser humano. El mundo de las aulas se escenifica por una serie de tramas cuya única explicación es la dinámica utópica de la misma interculturalidad en sentido estricto.
Hasta ahora, los máximos esfuerzos se han dedicado a cómo enseñar mejor unos determinados saberes que se han considerado como tarea, si no única, sí principal del profesorado. La competencia pedagógica se ha centrado enla programación de unos contenidos que se suponen preparan mejor a los alumnos para el ejercicio de una profesión. Por ello la literatura pedagógica habla siempre del alumno como aprendiz; de alguien que ha de adquirir prioritariamente conocimientos, destrezas o habilidades, y en segundo lugar actitudes y valores que se consideran necesarios para su inserción en la vida laboral y social. Endefinitiva, de alguien cuya función es transmitir (profesor) y de otro cuyo papel es ser receptor (alumno). Se dibuja así una acción unidireccional que deja al alumno sin más recurso que ser beneficiario de la actuación supuestamente benéfica del profesor. La responsabilidad de éste se agota en la programación de contenidos, la implementación de estrategias adecuadas para el mejor aprendizaje, lacreación de un clima adecuado de clase que favorezca el trabajo en el aula, etc.

Educar debe ser entendido como un proceso más allá que la implementación de estrategias o de aprendizajes. De ahí que en el proceso educativo no se debe ver al educando como simple objeto de conocimiento, ni como un sujeto que debo conocer en todas sus variables personales y sociales para garantizar el éxito de...