La alternancia
La alternancia en el mando o, mejor dicho, en el gobierno, entendiendo por tal, strictu sensu, al Poder Ejecutivo, es un elemento esencial de la democracia. Lacontinuidad indefinida en sus cargos del o de los mismos titulares del Ejecutivo, aún en el caso hipotético de que ello sea el resultado de un pronunciamiento electoral libre del pueblo, sin coacción nifraude, es, en principio, un factor negativo y distorsionante para la democracia.
No sólo porque el continuismo indefinido –aún en el caso de que existan elecciones periódicas y teóricamentelibres y puras y que el resto del sistema constitucional con sus correspondientes contralores políticos y jurisdiccionales funcione normalmente–, genera peligrosos elementos personalistas yautocráticos que afectan negativamente la existencia de una democracia real, sino porque, además, la no alternancia en el mando, en sí misma y por las necesarias consecuencias que provoca, puede hacer peligrarla realización de comicios libres y sin fraude y por eso la “alternancia en el poder”, ha sido calificada como “un principio democrático” por un importante sector de la doctrina latinoamericana.Hay que hacer, sin embargo, dos precisiones iniciales.
La primera es la necesaria puntualización de que no es estrictamente lo mismo alternancia en el mando o en el poder, –que puedesuponer el ejercicio de facto e ilegítimo de ese poder o de ese mando, fuera del marco constitucional–, que la alternancia en el gobierno, dentro de un régimen constitucional y legítimo. En esta acepción,lo que puede llamarse la alternancia en el poder, o en el mando es diferente de la continuidad sin alternancia, en un mando o en un poder por parte de una persona o de un grupo de personas por razonesde hecho y en una situación ilegítima, fuera de la Constitución y del normal juego democrático.
En cambio, la alternancia en el gobierno, si bien puede también darse en un gobierno de...
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