La apostasía silenciosa del estado de bienestar

Encontrar las respuestas válidas a un determinado problema no significa que esas soluciones sean acertadas para todas las sociedades ante la diversidad en la trasformación. Se hace manifiesta enejemplos como el de Giddens (2001, 19): “una amiga mía estudia la vida rural de África central. Hace unos años hizo su primera visita a una zona remota donde iba a efectuar su trabajo de campo. El díaque llegó la invitaron a una casa local para pasar la velada. Esperaba averiguar algo sobre los entretenimientos tradicionales de esta comunidad aislada. En vez de ello, se encontró con un pase deInstinto Básico en vídeo. La película, en aquel momento, no había ni llegado a los cines de Londres.”

Es lícito preguntarse por los motivos que han impulsado el cambio estructural en las últimasdécadas. Encontramos un denominador común en la individualización entendida como destino, no como elección (Bauman, 2004,39). Fruto de esa individualización acontece la homogenización de una sociedad comonecesidad para proliferar un sistema. Prueba de ello lo hallamos en la composición que tuvo lugar en los Estados-Nación. Es significativa la utilización que realiza el neoliberalismo de uninstrumento social como es la democracia en su afán de normalizar su filosofía, hasta el punto, que se ha vuelto condición necesaria para la consolidación actual del capitalismo. (Pereda, 40-41).

Podemoscitar de preocupante “la proclamación de los intereses del capital global como si correspondiesen a los intereses del conjunto de la humanidad” (Castles,1997). De ese modo se justifica la posturaneoliberal y se desdibuja el planteamiento keynesiano. Ateniéndonos a esta argumentación es lógico afirmar la apostasía silenciosa del estado de bienestar.

El concepto actual de globalización,entendida como “política, tecnológica, cultural y económica” (Giddens 2004, 23), genera una serie de consecuencias imprevisibles aunque la más evidente es la pérdida de poder de los Estados-Nación. Esta...