LA ARGENTINA INVISIBLE II
Este material ha sido preparado para los alumnos de 6º año de Polimodal de Cs. Naturales para la asignatura Lengua y Literatura. El mismo contiene fragmentos de libros, poemas, canciones y otros tipos textuales. No deja de ser un recorte arbitrario y pequeño de todo lo que se ha escrito y se sigue escribiendo.La idea es reflexionar, tomar conciencia y empezar desde algún lugar a modificar, aunque más no sea una parte de la realidad, nuestra realidad.
Somos protagonistas y testigos presenciales de una realidad que a veces nos agobia, otras nos da una felicidad plena y tenemos un profundo amor hacia nuestra patria. La primera pregunta que nos cabe ¿qué es nuestra patria?¿quiénes somos los argentinos?. Esimportante, por lo menos, hacernos unas cuantas preguntas
Prof. Fernando R. MATIUSSI
LA ARGENTINA INVISIBLE
Por Eduardo Mallea
LA TIERRA AUTENTICA Y EL HOMBRE
Si hay dos hombres en el mundo psicológica, ética, socialmente diferentes, esos dos hombres son el habitante del "hinterland" argentino y el habitante de la ciudad. En la dimensión de esa diferencia me pareció siempre residir ladimensión de nuestro posible crecimiento hacia la positiva integración de nuestro destino. Si semejante diferencia fuera un espectro, la Argentina invisible sería un espectro; pero semejante diferencia es real.
Cualquiera que atraviese el país sin sueño en los ojos, sin sueño en la atención, podrá comprobar cómo nada tiene que ver la esperanza del lento trabajador del norte con laesperanza de su pariente metropolitano de Buenos Aires, Rosario o Córdoba; el sistema moral del hombre andino con la codicia del pequeño señor industrial de Mendoza; la operosa vida del colono mediterráneo con la existencia de su explotador urbano; el ligero despertar del hombre ubicado junto a la tierra con el concreto y codicioso sueño del hombre que vegeta en el aire. Las ambiciones, las ansias, lasinquietudes son diferentes. Aun la cara del país es diferente.
Anduve por muchos caminos, por muchos albergues, por muchas ciudades...Vi al hombre de la provincia y al hombre que trabaja la tierra; vi al argentino que lo es, que lo es en verdad; vi tanto al no instruido -que sin embargo lleva en sí viviente la virtud natural de que hablaremos después- corno el instruido - que en el fondo delas granjas, las estancias, los establecimientos, no desdeña el libro sino que lo acepta como alimento y como humanidad, útil en lo primero y confortante, en lo segundo. (Nadie nos hará el agravio de creer que nos referimos a la acepción pueril del libro corno letra: aludimos a él como fuente, como hontanar siempre creador no ya de nuevas letras, sino de sensibilidad viva.
Aprendí a vernuestro campo, nuestros ríos planos, nuestros ríos acostados, de movimiento lento y aguas de un color insólito, claras, otras veces algo turbias como si acabaran de cruzar por un légamo, siempre lentas y tristes como la marcha de las cosas eternas.
Aprendí a descifrar el monólogo articulado de la tierra, que tiene una voz extraña, diferente y significativa. Por las mañanas, en campo abierto, se vebrillar una raya de sol, delgado resplandor sobre el filo de una larga cuchilla, y la reverberación va poco a poco apropiándose -al tornarla blanca- de la infinita extensión verde, interrumpida muy de tarde en tarde por un monte de árboles oscuros; soledad, sol y animales, el cereal brillando al sol; de pronto el ruido de un galope resonando sobre la tierra, como si sobre el suelo tenso dieransecos golpes con la palma ahuecada de la mano; soledad, sol y animales, el cereal brillando sol; luego, hora tras hora, el sol o la lluvia, el desierto plano, la llanura, el suelo de pasto ardido y el horizonte caen bajo el zarpazo rojo. Despacio, al llegar la tarde, todo va modificando su raudal de gozo, de gozo que se respira - y la atmósfera se va haciendo ligeramente hosca y el horizonte...
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