La atencion

Generalidades. «La atención desempeña un papel tan importante en la vida ordinaria que todo el mundo tiene idea suficiente de lo que es» (J. Lindworsky), pero «a pesar de los muchos trabajos que se han hecho sobre la a., su explicación es uno de los capítulos más insuficientes de la psicología experimental» (id.). El estudio de la a. se incluye entre el de las clásicas facultades superioresentendimiento (V.) y voluntad (V.).
Definición. Fenoménicamente puede definirse como una condición del conocimiento, en tanto se aplica a una realidad concreta, a un objeto aislado de los demás por el interés que presenta. Su contraria, la distracción, expresa la falta de recogimiento interior y de perseverancia en el mismo objeto.
Tipos fundamentales de atención. Son la sensorial uordenada a objetos físicos o externos (seguir el vuelo de un pájaro, p. ej.), y la intelectual, dirigida a realidades abstractas u objetos inteligibles, tal como aparecen en la conciencia, entendida como virtual espacio interior (p. ej., interpretar unos datos, elaborar un proyecto, etc.). En la primera cabe distinguir la relativa a cada uno de los sentidos corporales. La a. intelectual puedeadoptar modos diversos, de acuerdo con la actitud del sujeto y su relación con las propiedades del objeto; así, la reflexión sobre un fallo personal, la meditación de una verdad religiosa, el examen de determinadas posibilidades, la contemplación del paisaje, la deliberación que precede a cualquier decisión, la curiosidad que despierta lo exótico, la vigilancia requerida por el cumplimiento de unamisión, etc. Una y otra pueden ser también voluntarias o involuntarias según se adopten o no de propósito; en este segundo caso, aunque la causa o los motivos determinantes residan en la atracción ejercida por el objeto, no cabe duda de que no siempre puede negarse cierta entidad voluntaria.
La naturaleza de la a. radica, precisamente, en su relación con la actividad voluntaria y en la entidadfuncional de la conciencia (v.). Más allá del percibir, el mero saber de algo presupone un «atender», pero el mismo percibir reclama, a su vez, un acto de la voluntad. Toda relación sujeto objeto alcanza su plenitud en la mutua adaptación o interdependencia entre ambos; para ello es menester: un dispositivo sensorial y afectivo, un darse cuenta o conciencia y una actitud voluntariamentesostenida; la unidad operativa entre estos tres factores se expresa fenomenológicamente en la a. La a. continua está formada, en realidad, de una multitud masiva de actos de percepción (v.). Atender es, personalmente, esperar, aguardar, es decir, apertura de la conciencia y, a la vez, aplicación voluntaria de la operación más elevada de la misma: el entendimiento.
La a. se revela así como uno delos modos genéricos o globales del ser psíquico. Tal como puede comprobarse en el análisis de cualquier referencia o relación personal, la a. presenta igualmente un doble carácter o aspecto: de una parte, excluye los elementos extraños a su objeto; de otra, refuerza la percepción del mismo. El estudio de la a. muestra, por eso, la condición temporal y limitada de la criatura humana. Puedeobservarse cómo el estado de a. es compatible con pausas y distracciones; no es un todo indivisible y continuo, sino intermitente; variable, según el temperamento y el estado de ánimo de los sujetos, de acuerdo con la edad y, naturalmente, con las condiciones del objeto. «La a. no puede durar indefinidamente. La fatiga que produce exige un reposo más o menos prolongado. El sueño podría definirse como unestado de inatención destinado a compensar la fatiga de la atención de la vigilia» (R. Jolivet). Incluso el mismo y puntual acto de a. se presenta como una multiplicidad de intentos sometidos a la oscilación y ritmo que caracteriza lo vital.
El correlato orgánico de la a. acredita igualmente la unidad sustancial de la naturaleza del hombre. Las alteraciones de los ritmos circulatorios y...