La audicion
1. ¿HAY UNA ESCENA SONORA?
1.1. La imagen es el marco
¿Por qué se habla en el cine de «la imagen» en singular cuando en una película
hay millares o, si se cuentan por planos, varios centenares, y cuando estas
imágenes se transforman sin cesar? Porque, aunque hubiese millones, en la
película no hay, para contenerlas, más que un solo marco. Lo que sedesigna con
la palabra imagen» en el cine es, de hecho, no el contenido, sino el continente. Es
el marco.
Este marco, que puede incluso ser negro y permanecer vacío durante unos
segundos, como ocurre en numerosas películas (Le Plaisir, de Ophuls, Laura, de
Preminger), o incluso durante unos minutos en algunas experiencias extremas
(L'Homme Atlantique, de Marguerite Duras), sigue siendoperceptible para el
espectador, presente para él, como lugar de proyección delimitado y visible, con
sus cuatro lados. Un marco que se afirma así como un continente preexistente a
las imágenes, que estaba allí antes que ellas, y podrá persistir una vez que ellas
se hayan desvanecido (siendo también la ficha técnica una manera de
reafirmarlo).
Este marco preexistente no es exactamente aquelsobre el que se inclinaron en
especial Pascal Bonitzer y Jacques Aumont, confrontándolo con el de la pintura.
Lo propio del cine, por tanto, es que no hay sino un lugar de imágenes (por
oposición a las instalaciones de vídeo, a los diaporamas, a los luz-y-sonido y a
otras fórmulas de multimedia, que ofrecen varios) y que eso, y no otra cosa, es lo
que hace que pueda hablarse aquí de laimagen en singular.
Recordemos que, en los balbuceos del cinematógrafo, se intentó difuminar la
dureza de los bordes del marco con efectos de recorte o de degradados, análogos
a los practicados en fotografía. Igualmente, se hacía variar el marco con efectos de
apertura y cierre del diafragma. Estos procedimientos, sin embargo, fueron poco a
poco abandonados y, aparte de algunas búsquedasdel marco variable durante
ciertas obras (Max Ophuls en Lola Montes), pronto se estuvo de acuerdo sobre el
principio de la imagen a marco completo, que a partir de entonces reinó en el 99 %
de las películas.
Del mismo modo, las pocas experiencias de cine multipantalla (el Napoleón de
Gance, el Woodstock de Michael Wadleigh o, en rigor, el Forty deuce de Paul
Morissey), no han tenidodescendencia, reforzando así la regla del marco clásico.1.2. No hay continente sonoro de los sonidos
¿Qué sucede, en comparación, con el sonido? Pues todo lo contrario. Para él no
hay ni marco ni continente preexistente: pueden añadirse, además, tantos sonidos
como se quiera simultáneamente, unos a otros, hasta el infinito, sin encontrar
límites. Por añadidura, estos sonidos se sitúan endiferentes niveles de realidad:
entre la música de acompañamiento convencional, por ejemplo, que es off, y el
diálogo sincronizado, que es diegético. Mientras que el marco visual sólo se sitúa
casi siempre en uno de estos niveles a la vez.
En el cine, pues, no hay continente sonoro de los sonidos ni cosa análoga, para
ellos, a ese continente visual de las imágenes que es el marco.
Ahorabien, ¿qué hacen los sonidos cuando se superponen a una imagen en el
cine? Se disponen en relación con el marco visual y su contenido, quedando unos
englobados en cuanto in y síncronos, otros merodeando en la superficie y por los
bordes como fuera de campo; y algunos otros, además, claramente situados fuera
de la diégesis, en un foso de orquesta imaginario (la música off, o sobre unaespecie de palco, el de las voces en off. En pocas palabras, se distribuyen los
sonidos en relación con lo que se ve en una imagen, distribución susceptible de
replantearse en todo momento apenas cambie lo que se ve. Puede decirse así
que forma clásica del cine se define como «un lugar de imágenes y de sonidos»,
siendo el sonido «lo que busca su lugar» en él (Le son au cinéma). Y eso...
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