La Autonovelación En Los Días Azules

La escritura como laboratorio de invención, que mediada por la imaginación, fragmenta la realidad hasta reinventarla. La intensión de ese deseo ya sea significar, alterar o recomponer, quizás sea buscar otro sentido; para tal fin es necesario, o se manifiestan, ciertas herramientas claves.
Qué pasa con ese escritor que habla sobre sí mismo, cómo y de qué mecanismos, o artificios lingüísticos,se hace, para tomar posición desde su propia voz en el acto de hablar de sí. Pero más allá, cómo, ya puesto en el terreno de lo autobiográfico, llega a trascender esa voz dentro del relato haciendo de su discurso personal algo novelado.
De esto nos habla Alicia Molero en su texto “figuras y significados de la autonovelación”. Inicialmente Molero nos habla de dos vertientes en la historiacomprendidas en un antes y después del siglo XX. A partir de la noción de autobiografía, que antes del siglo XX se enfocó en la necesidad de testimonio de lo individual por lo social, y después del XX, en un interés más especifico, y como resultado de posteriores tendencias, en una reivindicación del sujeto. Llevándonos esto a concluir parcialmente que es esa reivindicación de ese subjetivismo el móvilque anima la autobiografía de nuestros días.
Tenemos entonces a un escritor escindido entre dos vertientes que aparentemente se complementan o se derivan una de otra: una como necesidad de lo externo y otra en búsqueda de algo más íntimo. Así entonces encontramos en el texto de Fernando Vallejo ejemplos, o puntadas iníciales, de ese interés por novelar la autobiografía
“¡Se metió La Loca a lasala! Sí, a la sala, a donde no podían entrar los niños y donde estaba el piano, ¡a hacer lindezas! A ahogar sillones, a volcar floreros, a arruinar sofás recién retapizados. Subía, subía en remolinos, sacudiéndose el cuerpo con bruscos cabezazos, hasta que llegó al cuadro del Corazón de Jesús y lo arrancó del marco. Cansada de hacer estragos en la sala, siguió al interior de la casa, no sinantes sacarle por joder, como quien no quiere la cosa, tres o cuatro acordes impresionistas al piano”. (Vallejo, 1998, 29)
De esta manera, haciendo uso de recursos propios de la novela, el escritor, dentro de su autobiografía, encuentra, acto seguido, la manera de plasmar aspectos íntimos de una forma que podríamos catalogar como fantástica.
“La desvinculación de la responsabilidad del hablante,propia del discurso histórico, permitirá al autonovelesco poner en juego intereses psicológicos muy distintos a los que tienen cabida dentro del pacto autobiográfico, de la misma manera que su capacidad encubridora va a proporcionar la cobertura apropiada para el descubrimiento propio y ajeno, al tiempo que atiende a las expectativas de autodefinición del escritor. Éste podrá hacer usoabiertamente de todas las dimensiones de la expresividad, en virtud de un género, el novelesco, que en la actualidad supone el molde en el que encajan, técnica y temáticamente hablando, una amplia variedad de discursos”. (Molero, 2006)
Esto deriva, si nos enfocamos en observar, esa razón imaginativa, o ficcional, del estilo apropiado por el autor al narrar un hecho íntimo. Molero lo denomina como el pactofantasmático que responde a una suerte de trasmutación del escritor-autor- autobiográfico por medio de un recurso ficcional, o de carácter fantasmagórico, que permite incluir personajes o hechos aparentemente inverosímiles, o que no coinciden, con la diégesis de la obra. Podríamos hablar de un traspaso, o desplazamiento de la realidad contada, autobiográfica, al terreno de lo autonovelado,ficción fantasmal o fantasmático.
"Tengo a hora a mi lado mientras recuerdo, mientras escribo, una señora de abrigo negro, maravillosa. Hace dos años que me acompaña, duerme conmigo y pasan mis noches al ritmo plácido, tranquilizante, de su corazón. Es muy esbelta, y su fino oído, que oye las horas, capta los ruidos más pequeñitos que me circundan, alerta siempre a mi más mínima voluntad. Sé...