La Avaricia
El empleado permaneció un momento aturdido, con los ojos humedos ante aquel montón de billetes. Después arremetió contra ellos y comenzó a contaruno, dos, diez, ciento... un paquete...dos paquetes. Respira trabajosamente.
Y allí está con la cabeza baja, con la mirada fija, inmóvil. Las manos únicamente se mueven, van y vienen con la rapidezy regularidad de una máquina.
Las campanas difunden sus alegres sonidos invitando al pueblo a congregarse al templo, pero no las oye. Y van pasando las horas... Ni de comer se acuerda...cuenta ycuenta.
El sol se oculta: ¿dónde estarán sus hijos?¿Habrán comido? No tiene tiempo para pensar en ellos: cuenta y cuenta siempre.
La noche avanza, las calles están silenciosas, desiertas; lacasa envuelta en las sombras del misterio; un criado ha encendido una lámpara y ha colocado un vaso de agua. No se ha fijado en eso. Los ojos se cansan, los nervios se encogen, los músculos de la manose entorpecen, se aproxima la media noche y él cuenta, cuenta siempre.
El millonario le mira compasivamente; de pronto le agarra las manos gritándole: "¡Basta!, es medianoche". El reloj desgranarápidamente los doce sonidos fatales.
El desgraciado estaba a la mitad de su trabajo. Abre horriblemente los ojos desorbitados y muere. Pobre loco que se dejó seducir por el brillo del oro y dominadopor la avaricia, en vez de riqueza, encontró engaño y muerte.
Pero abundan en el mundo estos locos que sueñan con enriquecerse. Suena la campana de la iglesia, pero no la oyen, no tienen tiempopara las cosas del alma; tienen que ganar dinero. Los hijos, a causa de sus malos ejemplos, llevan una vida poco edificante, no se percatan de ello; no tienen tiempo; deben ganar dinero.
Dios...
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