La bacía de Don Quijote

El famoso hidalgo y su bacía de oro
El Barroco Español del siglo XVII se desarrolló en un momento de crisis y conflictos sociales. Toda la literatura era sometida a un orden social que las regía, no se podía publicar cualquier cosa sin que cumpliera con las reglas que en esa sociedad estaban impuestas. Pero dichas reglas no anularon el individualismo, pero sí los dominaron. Un ejemplo de estoes lo que dice Maravall en su escrito La cultura del Barroco: “Esas energías del individualismo que se trata de someter de nuevo a la horna estamental, en conservación de la estructura tradicional de la sociedad, se nos aparecen, no obstante, de cuando en cuando, bajo un poderoso, un férreo orden social que las sujeta y reorganiza…” (Maravall 1975) Además el Barroco trata una gran variedad detemas y estilos, especialmente el tema de que no podemos conocer la realidad de la vida sino su imagen, ya sea a través de los sentidos o la razón misma, que tenemos de ella. Debido a esto uno de los mayores rasgos que caracterizan a la literatura barroca es la dualidad, o la “bifrontalidad” como habla John R. Beverley en su escrito On the Concept of the Spanish Literary Baroque. En la gran obra DonQuijote de La Mancha de Cervantes, está presente el tema de la dualidad, especialmente entre la apariencia y la realidad o lo real y lo ficticio, temas que se desarrollan mayormente a lo largo de la obra. Es claro que el Quijote “parece” ser una obra de caballería, pero la realidad es que es una sátira dirigida a ese mismo género literario. En el capítulo XXI del primer volumen que trata sobrelas aventuras del Quijote y Sancho al encontrarse el llamado yelmo de Mambrino, se puede apreciar dicha bifrontalidad claramente, además de en muchas otras escenas de la obra.
Al comienzo del capítulo XXI don Quijote y Sancho se encuentran caminando bajo una lluvia cuando de repente el hidalgo ve a un hombre con una cosa en la cabeza que supuestamente era de oro porque brillaba, cuyo nombre segúnél era el gran “yelmo de Mambrino. Sancho le sugiere que observe bien para que evitara confusiones y peleas, a lo que el Quijote le responde: “Dime, ¿no ves aquel caballero que hacia nosotros viene, sobre un caballo rucio rodado, que trae puesto en la cabeza un yelmo de oro?” Sancho le responde que lo único que él ve es a un simple hombre montado en un asno pardo como el de él y que trae consigouna cosa brillosa en la cabeza. Don Quijote convencido de que un caballero tiene el yelmo de Mambrino por el cual hizo un juramento, va a atacarlo en su Rocinante. En un párrafo de este capítulo se observa como el narrador toma el control y comienza a narrar la historia desde una perspectiva omnisciente, ya que comienza a describir a todos los presentes en aquella escena, incluyendo al supuestocaballero que en realidad era un barbero con su asno y una bacía para afeitar barbas en la cabeza debido a que estaba lloviendo. Finalmente, don Quijote atacó al “pobre caballero” y le arrebató la bacía de “oro” que tanto deseaba colocándosela en la cabeza. El famoso hidalgo se da cuenta que le falta un pedazo a su yelmo, y ahí es que Sancho dice que el supuesto yelmo de Mambrino del que tanto habladon Quijote no es más que una vacía de barbero, lo cual le resulta inevitablemente cómico para él. En este punto don Quijote se ha enfrentado a la realidad, debido a que comienza a darse cuenta que quizás Sancho esta correcto con respecto a que el yelmo no es más que una vacía de barbero, lo que produce un choque violento para él entre lo real y lo ficticio, por lo que se ve obligado a hablarsobre algunos posibles hechos que expliquen esta situación, y dice lo siguiente: ¿Sabes qué imagino, Sancho? Que esta famosa pieza de este encantado yelmo por algún extraño accidente debió de venir a manos de quien no supo conocer ni estimar su valor y, sin saber lo que hacía, viéndola de oro purísimo, debió de fundir la mitad para aprovecharse del precio, y de la otra mitad hizo esta que parece...