La bella y la bestia
Las olas rompían contra las rocas con una violencia bestial, las estrellas brillaban esplendorosamente en el oscuro cielo, el olor que desprendía aquel lugar era delicioso, todo era realmente hermoso. Por más que el paisaje pareciese violento o desolado, para ellos era maravilloso, perfecto. Cumplían un año juntos, se notaba a leguas la felicidad plantadaen sus rostros, los dos estaban recostados en la arena con las manos entrelazas apreciando el lugar y la compañía del otro. Sus miradas se encontraba de vez en cuando y tímidas sonrisas afloraban de las bocas de ambos, era un buen retrato para el día de San Valentín.Tom Trümper, el mayor por solo un mes llevo su mano libre a su bolsillo delantero cuidadosamente intentando que su pareja no sediese cuenta de lo que estaba por quitar de él. Una vez que logro su cometido, se acomodo en la arena haciendo que la persona a su lado frunciera el seño y lo mirara atentamente. La cajita aterciopelada color negra se dejo ver sobre la mano extendida de Tom, quien recibió una sonrisa que luego fue tapada por la mano de su pareja debido a la emoción, los ojos de aquel individuo se fueron humedeciendohasta que una lagrima rodo por aquella suave y blanca mejilla. Bill Kaulitz, la pareja de Tom, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo y transmitiendo a su cerebro. La mano del pelinegro con trenzas que sostenía la de Bill se escapo para poder abrir aquella cajita que tanto había causado en el pelinegro de larga cabellera, dejando a la vista unos hermosos anillos de oro con unas hermosaspiedras brillantes.
— No podemos casarnos, pero quiero que nos comprometamos o que esto signifique lo mismo o más que el matrimonio— había dicho Tom mirando a los ojos color miel que tanto adoraba contemplar. Bill no tenía palabras, no sabía que decir ante tal acto de aprecio por parte de su pareja, de la cual nunca se había esperado tal cosa. Solo asintió apresuradamente para estirar su mano haciaTom y este sin dudarlo tomo uno de los anillos colocándolo cuidadosamente en el dedo indicado.Tom le hizo señas a Bill para que este hiciera lo mismo con él, el menor no se hizo esperar y tomo el anillo faltante para luego acomodarlo en el dedo que correspondía a su pareja. El acto fue seguido por un beso lleno de sentimiento, el amor reinaba por donde se viera, todo era color de rosa para aquellostortolos.
— Bill…— comenzó a decir Tom mientras separaba sus bocas solamente unos milímetros y acariciaba la mejilla del susodicho recientemente nombrado—… te amo, sos lo único que tengo en la vida, no quiero perderte. Te amo— volvió a decir para luego sellar sus labios
— Tommy, yo te amo, demasiado, te prometo la vida— había dicho el menor cargado de emoción
— Juro amarte hasta el último díade mi vida, juro serte la persona que más te ama en este planeta, en esta vida, juro serte de por vida fiel…
Recuerdos, solo eso eran, divinos recuerdos que todavía rondaban por su mente. Sus nudillos se encontraban blancos de tanto apretar el lavabo de porcelana manchado con sangre, levanto sus ojos para verse una vez más en el espejo, su hermoso y delicado rostro ahora estaba estropeado por unhorrible moretón color violeta en su ojo derecho y un hilo de sangre bajaba de su boca hasta la barbilla. Su maquillaje se encontraba completamente corrido por sus lágrimas, las cuales seguían cayendo como si sus ojos fueran dos enormes cataratas. No podía ser cierto, lo que había vivido momento atrás no podía haber ocurrido, una maldita pesadilla vivida en carne y hueso. Su cuerpo temblabalevemente, el miedo seguía instalado en él a pesar que se había repetido mentalmente un millón de veces que no estaba sucediendo. Debía olvidarlo, solo fue un maldito error, no tenía la culpa, aquella rubia de enormes pechos se había abalanzado sobre su pareja, Tom no tenía la culpa. Pero él había visto que el beso fue correspondido bestialmente, él mismo vio como no parecía haber rechazo por parte de...
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