La bendición tiene precio

“La bendición tiene precio”

A un lado del metro Xola se encuentra un templo de la “Iglesia Universal del Reino de Dios (Pare de sufrir)”. Visitamos tal lugar un domingo en la mañana. Íbamos vestidos en función de lo que nosotros consideramos la forma “más apropiada”: las mujeres de falda larga y los hombres con pantalón y camisa de vestir; aunque luego nos percatamos que nohabía un patrón general en la vestimenta, la mayoría de la gente vestía de forma sencilla y ordinaria.
El equipo decidió dividirse en dos grupos: una pareja (Raquel y Mario) y un grupo de amigos (Marino, Silvia, Axel y Alejandra). Así ingresamos y unas personas que se hallaban en la puerta nos ubicaron en los asientos de las filas de adelante. Raquel y Mario fueron asignados al lado izquierdo y laotra parte del equipo a la derecha. Mientras esperábamos que iniciara el servicio y con música de ambientación que incitaba a la relajación, pudimos observar que la gente se componía por una población mayoritariamente femenina y de edad avanzada. Conforme avanzó el servicio pudimos darnos cuenta que la gente que ahí estaba se hallaba en una situación de mucha vulnerabilidad: tenían problemasfamiliares, económicos, de salud etc.
En el templo había alrededor de 400 asientos, dispuestos frente al altar. En éste se hallaban un vitral, tres sillas y un par de atriles. Todo coronado por una leyenda que en letras oro rezaba: “Jesucristo es el Señor”. En la parte frontal de ambos lados existían dos cámaras de cara a los asistentes. Entre el altar y las sillas había un pasillo de dos metros ymedio aproximadamente.
El pastor salió de una puerta, se hincó y al incorporarse gritó: “Los que tengan problemas acérquense”. La gente empezó a incorporarse al pasillo, luchando por alcanzar el lugar más cercano al altar. El pastor inició un canto que las personas repetían. De pronto, mientras la música instrumental seguía, quien dirigía la oración solicitó que los fieles oraran y seconectaran a Dios. Los llantos, gritos y susurros empezaron a permear el ambiente. Hubo una catarsis colectiva, todos con los sentidos hinchados experimentaban un cúmulo de emociones. Las personas se mostraban aliviadas, agradecidas.
Después, el pastor recordó que el domingo se dedica la oración por las familias. Pidió a los fieles que pasaran por las fotografías de sus familiares y solicitó al equipode servicio que distribuyeran unas bolsitas, las cuales contenían un salmo escrito en una hojita. Posteriormente, explicó cómo Job hacia ofrendas a Dios y éstas tenía el poder de alcanzar la bendición del Señor tanto a Job como a su familia. El pastor aseguró a los presentes que quiénes hicieran una ofrenda a Dios tendrían la protección del señor y ésta también se extendería a su familia. Sepidió que dicha ofrenda fuera entregada el próximo domingo y se insistió que la bendición está directamente relacionada al tamaño de la fe, es decir, al tamaño de la moneda que dejaran como ofrenda. Mucha gente depositó en ese momento su dádiva. Se pidió a la gente que pasara a rociar la fotografía con aceite bendito y luego se reincorporaron en sus asientos.
El pastor, un hombre de estatura mediaque hablaba con un acento brasileño, se presentó. Mostró ser una persona carismática. La gente respondía con júbilo “Amén” cuando el este personaje predicaba algunas cuestiones de “fe”. Vestía un traje color negro, corbata y ostentaba un rolex. Lo acompañaba otro pastor vestido formal, pero sólo con chaleco y un grupo de colaboradores a los cuales llamaban “obreros”, los cuales vestían tambiénformales: las mujeres con falda azul marino, mientras que los hombres con pantalón de vestir y camisa. Los únicos que estuvieron en el altar fueron los pastores. Los colaboradores tenían la función de asistirlos. Cuando el segundo daba la indicación, los primeros cumplían solícitos los pedidos del dirigente: entregaban los salmos, sobres, periódicos, sostenían una bolsa de tela para recibir...