la biblia
LAS 14 ENCÍCLICAS DE JUAN PABLO II[*]
CARDENAL JOSEPH RATZINGER
HUMANITAS Nro.31
Sería absurdo estimar posible hablar en media hora de las 14 encíclicas de nuestro Santo Padre. Cada una de ellas debería examinarse detalladamente para poder comprender la estructura del conjunto y captar sus núcleos temáticos y la línea de su enseñanza. La elección de cuáles aspectos destacar esnecesariamente unilateral y podría haber sido distinta. Además, una evaluación completa debería incluir también los otros textos magisteriales del Papa, que a menudo son de notable peso y forman parte sin más del conjunto de afirmaciones doctrinales del Santo Padre.
Dicho lo anterior, es preciso comenzar dividiendo las encíclicas en grupos de temáticas afines. Deberíamos recordar en primer lugarel tríptico trinitario de los años 1979-1986, con las encíclicas Redemptor hominis, Dives in misericordia y Dominum et vivificantem. Pertenecen a la década 1981-1991 las tres encíclicas sociales: Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis y Centesimus annus. Luego se encuentran las encíclicas que abordan temáticas eclesiológicas: Slavorum apostoli (1985), Redemptoris missio (1990) y Ut unum sint(1995). También podemos asignar al ámbito eclesiológico la última encíclica hasta ahora del Papa, Ecclesia de Eucharistia (2003), así como en cierto sentido la encíclica mariana Redemptoris Mater (1987). En su primera encíclica, el Papa ya había vinculado estrechamente los temas de la madre Iglesia y la Madre de la Iglesia, extendiéndolos al ámbito histórico-teológico y neumatológico: “Suplicosobre todo a María, la Madre celestial de la Iglesia, para que en esta plegaria del nuevo Adviento de la humanidad se digne perseverar con nosotros, que formamos la Iglesia, es decir, el Cuerpo místico de su Hijo unigénito. Yo espero que gracias a semejante oración podremos recibir al Espíritu Santo, que desciende sobre nosotros (ver Act 1,8) y llegar a ser de este modo testigos de Cristo “hasta losextremos de la tierra” (id.). Para el Papa, en la mariología se encuentran todos los grandes temas de la fe, y cada una de sus encíclicas termina con una alusión a la Madre del Señor. Por último, tenemos tres grandes textos doctrinales, que pueden asignarse al ámbito antropológico: Veritatis splendor (1993), Evangelium vitae (1995) y Fides et ratio (1998).
La primera encíclica, Redemptor hominis,es la más personal, punto de partida de todas las demás. Sería fácil demostrar que en ella ya se encontraban alusiones a todos los temas sucesivos: el tema de la verdad y el vínculo entre verdad y libertad se aborda de acuerdo con toda la importancia que tiene en un mundo que desea la libertad, pero considera la verdad como una pretensión contraria a la libertad. La pasión ecuménica del Papasurge ya en este primer gran texto magisterial. Los aspectos recalcados con gran énfasis en la encíclica eucarística –eucaristía y sacrificio, sacrificio y redención, eucaristía y penitencia– ya están presentes a grandes rasgos en este documento. El imperativo “no matar” –el gran tema de Evangelium vitae– se expresa al mundo con vigoroso clamor. Como ya hemos visto, la orientación del cristianismohacia el futuro, típica del Papa, está vinculada con el tema mariano. Para el Papa, la relación entre la Iglesia y Cristo no es un nexo con un pasado, una orientación hacia atrás, sino más bien el vínculo con aquel que es futuro y lo da e invita a la Iglesia a abrirse a un nuevo período de la fe. Se manifiesta con evidencia el compromiso personal, la esperanza y también su profundo deseo de que elSeñor pueda darnos un nuevo presente de fe y plenitud de vida, un nuevo Pentecostés, cuando de él prorrumpe esta invocación casi como una explosión: “Y la Iglesia de nuestro tiempo parece repetir con fervor cada vez mayor y con santa insistencia: ‘¡Ven, oh, Espíritu Santo!’ ¡Ven! ¡Ven!” (18).
Todos estos temas, que anticipan, como ya dijimos, la totalidad de la obra magisterial del Papa, se...
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