La Busqueda De Otas Tieras

LA BÚSQUEDA DE OTRAS TIERRAS

Desde hace mucho tiempo, el ser humano observa el cielo preguntándose qué habrá mas allá de lo que puede ver, y si podría llegar a haber otros planetas similares a la Tierra, para que allí se pudiera dar la existencia de vida similar a la nuestra.
Actualmente, los astrónomos están más seguros que nunca de que existen otros planetas como el nuestro, ahora solotienen que encontrar la forma de hallarlos.
Hace una década, Michel Mayor y Didier Queloz hallaron el primer planeta en órbita alrededor de una estrella similar al Sol, la estrella 51 Pegasi, la cual atraída por su planeta en órbita se acerca y se aleja de la Tierra cada 4,2 días. Desde entonces los astrónomos que rastrean los bamboleos de estrellas cercanas han detectado más de 130 planetasextrapolares o exoplanetas. Se trata de una extraña cosecha: gigantes envueltos en gas, la mayoría cientos de veces más masivos que la Tierra, algunos en órbitas extrañamente alargadas y otros tan cercanos a su estrella, que la circundan en días e incluso en horas. Pero el planeta de la estrella Mu Arae y otros dos que se reportan más o menos al mismo tiempo, son mucho más pequeños y podrían estar hechosen gran parte de roca.
Estos nuevos planetas no son todavía un lugar para la vida como la conocemos. El planeta alrededor de Mu Arae, que completa una órbita cada 9,5 días y es 14 veces mayor que la Tierra, está tan cerca de su estrella que podría abrasarse. Pero los astrónomos están convencidos de que pronto hallarán sistemas solares en los que planetas pequeños y templados como la Tierrapodrían formarse y donde algún tipo de vida quizás florezca.
Los astrónomos creen que lo primero que van a encontrar serán pistas de planetas gigantes en órbitas circulares no muy lejos de su sol, como Júpiter: cuerpos que, se piensa, elevarían las posibilidades de que planetas semejantes a la Tierra se formen y sobrevivan más cerca de la misma estrella. El siguiente paso es tomar una fotografía de unexoplaneta. Los ingenieros trabajan en tecnologías capaces de registrar el exiguo brillo de un planeta junto a la deslumbrante luz de su sol. Desde la Tierra, esta magia óptica podría captar un planeta del tamaño de Júpiter, en el espacio, a bordo de una misión de millones de dólares denominada BUSCADOR DE PLANETAS TERRESTRES –la cual está programada para despegar dentro de 5 años aprox.-,recogería la luz de un planeta no mayor a la Tierra.
La emoción que sienten los científicos ante la posibilidad de ver ese tenue punto azul es casi indescriptible. Si resultara un lugar templado y acuoso, la humanidad enfrentaría una versión siglo XXI del momento en que Cópernico se dio cuenta de que la Tierra no es el centro del Sistema Solar.
Nada de esto estaría ocurriendo si no fuera por las nochesinvernales que Didier Queloz, en aquel entonces estudiante de doctorado, pasara hace una década en un telescopio. Su estrategia era descomponer la luz de cada estrella en todos sus colores y producir un espectro de bandas, con líneas oscuras como un código de barras. Cada línea oscura indica una longitud de onda absorbida por los gases de la superficie de la estrella. Si la estrella se estáacercando a la Tierra o alejándose de ella, las líneas se desplazan a longitudes de onda ligeramente más cortas o más largas. “El principio es sencillo, pero el meollo está en los detalles”, palabras de Mayor. La indicación del desplazamiento de estas líneas puede ser minúscula, no mayor a la anchura de más o menos una docena de átomos de un detector.
En 1994 los astrónomos también creían que pasaríanaños, ates de observar una estrella moviéndose bajo el influjo de un planeta.
Para sorpresa de Queloz, una de las estrellas que observó aquel invierno se mecía hacia delante y hacia atrás cada 4,2 días. Podría haber sido una casualidad, pero tal vez el causante era un planeta con una masa de la mitad de Júpiter en una órbita que nadie hubiera creído posible: tan cercana a su estrella madre...