La busqueda
Tecpactl corría por los pastos verdes, entre los árboles, radiantede felicidad, éste era un lugar que le gustaba, soñaba con quedarse a vivir ahí permanentemente. Construir casas y ser feliz. Una voz interrumpió sus pensamientos: “Nos vamos, hay que continuar labúsqueda”. La gente emprendió el camino nuevamente, caminaron durante días, pronto el verde quedó atrás y la aridez y el polvoriento camino ocupó su lugar. Tecpatl cambió el brillo de sus ojos, por elgris opaco de la incertidumbre. No jugaba, no reía. Preguntó a sus padres, pero ellos respondieron: “Son los designios de los dioses”. A nadie parecía importarle. Cierto día se acercó al anciano mássabio de su tribu, lo miró fijamente. Tenía la piel arrugada, el rostro cansado y los cabellos canos. Pero. también se vislumbraba en él un alma buena comprensiva y paciente. Tecpatl sin titubear ledijo:
- No entiendo, qué buscamos.
- La señal de nuestro Dios
- Para qué encontrar una señal, si ya hemos encontrado lugares bellos para vivir.
- Un lugar nos espera, hay que hallarlo y en él...
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