la caficultura colombiana
«Este es un programa que busca lograr un cambio generacional en la caficultura, que no tiene mucho apoyo pero que busca mejorar y modernizar la producción y abrir las puertas a un nuevo modelo de redistribución de tierras en el país, posicionándose como el modelo de negocio inclusivo más revolucionario en el sector rural»
Gabriel Silva,Gerente General
Federación Nacional de Cafeteros de Colombia
Colombia es café. Por décadas, la cultura cafetera ha forjado el entorno social y económico del país, no solo en el contexto del desarrollo rural, sino también como ventana de inserción de nuestra economía en el ámbito internacional y como fuente substancial de divisas que contribuyeron al crecimiento y modernización de la industria yel comercio regional durante la mayor parte del siglo XX.
De allí que la estabilidad y permanencia de la actividad en la coyuntura actual preocupe a muchos actores institucionales, académicos y productivos, tanto públicos como privados, y cada uno de ellos sienta como propio el deber de observas su funcionamiento, cuestionarlo y plantear recomendaciones de política.
Recientemente, algunosinvestigadores han analizado la situación actual e histórica de la caficultura, proponiendo recomendaciones de ajuste en cuanto al manejo técnico del cultivo, las estrategias de comercialización y los esquemas de funcionamiento industrial del sector.
En este sentido, el objetivo es evidenciar que la caficultura se ha enfrentado a un entorno cambiante cuya razón de cambio es cada vez más inestabledebido a una mayor incidencia de actores especulativos en el mercado financiero.
Es un hecho cierto que la caficultura es la actividad que más impulsa el producto interno bruto a través de la mano de obra y que tiene una gran capacidad para estimular la economía regional por la vía del consumo de los hogares, lo que evidencia la importancia de la actividad para reducir la pobreza y distribuir elingreso en la población rural.
Entonces, dada la importancia del café en la economía nacional, su efecto es estimular sobre el consumo de los hogares y su identidad con respecto al comportamiento del mercado internacional.
Algunos investigadores, han propuesto dejar actuar de manera libre al mercado, expandir la frontera agrícola, establecer políticas de producción y comercialización flexibles a loschoques externos y seducir la acción dela institucionalidad cafetera a los designios de la globalización.
Un reciente informe del desarrollo humano para Colombia, destaca que el modelo de desarrollo rural basado en la liberación y en el predominio del mercado sobre el estado, tiene al menos ocho razones que lo hacen inadecuado, entre ellas: no promueve el desarrollo humano, hace más vulnerable ala población rural, es inequitativo, no promueve la sostenibilidad ambiental, y no afianza la institucionalidad rural.
Si bien hoy en día, la dicotomía entre apertura y protección es inútil, si resulta valido cuestionar las formas de inserción en el mercado internacional, quienes son los beneficiarios potenciales, y como hacer compatibles la integración de la economía con la integración socialde acuerdo con las especificaciones de cada sector.
Se trata entonces de equilibrar las cargas, pues si bien el proteccionismo es insostenible como política de desarrollo, también lo es el anti intervencionismo. Si se quiere la modernización económica liderada por la apertura y la desregulación estatal no profundice la brecha social y la exclusión de amplios sectores de la población.
“lapoblación rural necesita de mas estado en el mercado y menos mercado en el estado: abrir las puertas se la modernización con un estado más interventor y regulador (Programa de las naciones unidas para el desarrollo en Colombia)”
El gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz, en su carta sabatina, tras poner sobre el tapete las cifras de producción “que rebasan los 12,1 millones de sacos”, y traer a...
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