LA CAIDA
Es la maldición contra esta gente, que van a comenzar a pagar sus maldades”, me comenta muy excitada mi amiga Luisadesde Caracas.
En un pueblo profundamente supersticioso, la caída de la bandera cubana al paso de Raúl Castro por la alfombra roja, no es una mera casualidad, sino “una advertencia” de que “la pava”también va a alcanzar al “invasor”, en este caso a Raúl Castro.
La maldición, me recuerdan, ya pasó con todos los asesores más importantes de Hugo Chávez en el pasado y” la pava lo alcanzó también aél” , me dice Marcos, mi fuente de Miraflores, quien me advirtió hace tres años que “algo le estaba pasando a Chávez en una pierna…” cuando nadie, -menos aún los Hermanos Castro- soñaban que el líderpudiera enfermar.
Cuando Hugo Chávez anunció la insólita decisión en junio del 2010, de exhumar los restos de Simón Bolívar con ‘fines científicos’, un temblor que remeció todo Caracas dobló la puntade una de las torres del Panteón Nacional, donde se ubica precisamente el cadáver del Libertador, junto con los restos de otros próceres de Venezuela.
Para millones de venezolanos la exhumación fueuna profanación y no tuvo nada de científica, con ritos santeros que aseguran, costarían la vida a un gran número de colaboradores y amigos de Chávez… y al mismo Presidente.
Una secuela de muertes delos invitados a la exhumación, fue confirmando las predicciones de que los que quienes anticiparon en ese acto serían alcanzados por la maldición de Bolívar.
Como en la maldición de Tutankamón enEgipto, a pocas semanas de la exhumación murió víctima de cáncer el general Alberto Muller Rojas, uno de los asesores más íntimos del presidente.
Le siguió Luis Tascón de cáncer al colon, diputadooficialista, famoso por su lista que revelaba a los que habían votado en contra de Chávez. Ambos Muller y Tascón fueron los principales colaboradores del mandatario y fallecieron con un día de...
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