La calculadora en la escuela
En el ámbito de la educación, es vista con desconfianza su uso en los primeros años de escolaridad, porque la mayoría de las personas opinan que se podría usar después que los niños hayanadquirido cierto grado de destreza en la resolución de operaciones básicas utilizando papel y lápiz.
La única diferencia es que las cuentas de ábaco se desplazaban manualmente y en la calculadorala información numérica es codificada en impulsos accionados electrónicamente.
Así como el ábaco fue introducido en la escuela con fines didácticos, también la calculadora puede ser transformada en unmaterial didáctico que apoye los procesos de comprensión de los principios matemáticos elementales.
El sistema educativo, debe asumir la responsabilidad de enseñar a utilizar la calculadora, paraque los alumnos desarrollen una apreciación realista de lo que es el cálculo, así como sus limitaciones que presenta. Lo más importante es que se aprovechen las posibilidades de la calculadora paraayudar a la comprensión de los conceptos matemáticos, a la adquisición de habilidades para desempeñarse eficazmente en la resolución de problemas y el desarrollo del interés y la confianza en la propiacapacidad de manejar datos cuantitativos.
Al igual que el ábaco, la calculadora puede propiciar distintas y excelentes oportunidades para favorecer la comprensión del sistema decimal de numeración,ayudando a superar dificultades y errores conceptuales.
Cuando se dispone de una calculadora en el aula se puede ampliar significativamente el ámbito numérico en el que los niños se manejan con...
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