La campaña del desierto

Pagina 2ndice Pagina 3. Introduccin Pagina 4Campaa del desierto Pagina 8 Consecuencias Pagina 11..Impacto Demogrfico (Cuadro) Pagina 14. Imgenes Pagina 18 Conclusin Pagina 20 Bibliografa Introduccin Desde el perodo colonial, la frontera entre indgenas y blancos en la pampa era muy permeable. Una lnea de fortines mal protegida por fuerzas militares insuficientes era el lmite con respecto alas tierras de los indgenas -el desierto-. Malones de aborgenes penetraban en tierras de cristianos para llevar ganado, que luego vendan en Chile, y cautivos, sobre todo mujeres. Del lado blanco, frecuentes expediciones militares se internaban en tierras de aborgenes con el fin de mantenerlos a raya, como represalia por algn maln o para arrebatarles las tierras e incorporarlas a la produccinganadera.A fines de la dcada de 1870 este delicado equilibrio cambi. La sociedad y el gobierno argentinos coincidan en que deba actuarse para controlar a los aborgenes, que con sus malones amenazaban la seguridad de las poblaciones y las propiedades rurales fronterizas. Haba dos posiciones respecto de cmo lograr ese mayor control de los indgenas y sus territorios, y por esta razn, entre las distintasinterpretaciones acerca del tema resultan muy significativas las de la poca misma. Por un lado, el ministro de Guerra del presidente Avellaneda, Adolfo Alsina, era partidario de una incorporacin paulatina pero efectiva de los indgenas por medio de tratados que impulsaran su inclusin dentro de la sociedad argentina. Estaba apoyado por algunos militares y cientficos, como Lucio V. Mansilla yFrancisco P. Moreno, que profesaban por los indgenas cierta simpata o al menos tolerancia. Los escritos de ambos describan tanto las caractersticas de la civilizacin indgena como la difcil situacin a la que estaban expuestos sus integrantes en su trato con las autoridades argentinas. Adems, Alsina y sus seguidores propulsaban la construccin de una zanja divisoria entre los dos territorios, que conectaralas guarniciones militares desde donde podran proteger a los pobladores de la frontera. Esta lnea fronteriza pacificada servira, a la vez, para incorporar a los indgenas.La poltica y las instituciones de los indgenas son similares a las de los argentinos integramos en su trato con las autoridades argentinas. Adems, Alsina y sus seguidores propulsaban la construccin de una larga zanja divisoriaentre los dos territorios, que conectara las guarniciones militares desde donde podran proteger a los pobladores de la frontera. Esta larga lnea fronteriza pacificada servira, a la vez, para incorporar a los indgenas.La otra postura pretenda una solucin ms rpida y violenta. El general Julio Argentino Roca, ministro de Guerra despus de la muerte de Alsina en 1879, impulsaba una invasin fulminante contropas militares sobre los territorios indgenas para lograr la expulsin de los aborgenes o su sometimiento definitivo a las autoridades argentinas. Esta posicin reflejaba el hartazgo de ciertos sectores de la sociedad argentina, sobre todo de los hacendados de la frontera, expuestos a los malones que les provocaban cuantiosas prdidas.Con las ventajas que les otorgaba una tecnologa superior (losrifles de repeticin, el telgrafo y el ferrocarril), en 1879 el Ejrcito nacional, al mando del general Roca, emprendi la Conquista del Desierto, que termin slo en un par de aos. Las tierras de los indgenas fueron repartidas como propiedades privadas que quedaron poco despus en manos de ricos terratenientes. Los primitivos dueos de la tierra venan resistiendo la conquista del blanco desde lallegada de Sols, en 1516. Don Pedro de Mendoza debi abandonarBuenos Aires en 1536 por la hostilidad de los pampas. Slo a partir de la creacin del virreinato y la consecuente presencia de un poder poltico y militar fuerte, fue posible establecer una lnea de fronteras con el indio medianamente alejada de los centros urbanos. Rosas, hacindose eco de las demandas de sus colegas estancieros sobre los...