La Cancion Del Oro
El cuento narra elencuentro de la pobreza encarnado en un harapiento , o tal vez un mendigo , o un peregrino o un poeta (siempre la alusión a la pobreza de los poetas…) con la riqueza representada por palacios deonix, ágata, pórfido, mármol, etc con todo su ornamentación interna y externa.
Tal encuentro hace que del corazón del mendigo, del harapiento, del peregrino o del poeta brote un Canto al oro, talvez con el escondido interés de obtener algún beneficio dorado fruto de tal alabanza. Lo elogia, lo enselza, lo compara al hombre que se purifica por medio del oro, lo ironiza al poner ejemplos dequienes supieron renunciar a él (santos y hermitaños), un canto, en fin, que encomia al precioso metal en todas su manifestaciones, usos, y dividendos.
Lo curioso sucede al final, pues terminadoel canto ditirámbico que el eco se llevó, aparece una anciana limosnera a la que ese ser que no se sabe bien quién es, pero que sin duda pobre es, le obsequia su último mendrugo de pan, para luegoalejarse rezongando no se sabe qué cosas entre dientes.
El relato está plagado de imágenes que obligan a poner a trabajar la fantasía, y el mensaje es claro: el oro da aparentemente todo peropor más que nos rindamos a sus plantas o le elevemos las loas más preciosas no cambiará para nada nuestra existencia. El mendigo quiso obtenerlo y no lo obtuvo y si lo hubiese adquirido elresultado habría sido un mendigo adornado pero mendigo al fin, pues la riqueza es la que está dentro, la del alma, la que vale y la que queda, la que engrandece y la que ennoblece, el otro, el metalamarillo como amarilla es la envidia, pasa, como pasa la estrella fugaz.
Bien dicen los antiguos: vida que te has de acabar, plata que te has de quedar… Sabiduría antigua sí, pero permanentemente...
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