La Cara Oculta De Edipo

Páginas: 34 (8478 palabras) Publicado: 18 de marzo de 2015
Recuerdo que cuando conocí a Alex me encontraba en un dilema, como cuando desde una
cima y tienes la mirada privilegiada, capaz de mirar hacia delante pero también atrás. Tenía
cuarenta y cinco años y podía ver el camino por el que había llegado y el que me quedaba
por recorrer. Quizá por eso, cuando recuerdo lo que pasó aquella noche, me resulta difícil

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saber si era el final o el inicio dealgo serio en mi vida, de una nueva etapa o el último
acontecimiento de la vieja, o tal vez eran las dos cosas al mismo tiempo. Todavía hoy,
cuando intento reconstruir, no lo que pasó, aunque también, sino qué significado tenía, sigo
sin tenerlo claro. Pero ahora la sangre ya no ruge como entonces aunque lamentablemente
hay poco tiempo para el perdón y solo algún suave sentimiento queda todavía encustodia.
Conocía muy bien el camino que transitaba a diario y, aunque despierto, la somnolencia de
la cena y la hora hacían que, de vez en cuando, cerrase los ojos por instantes, en parte
arropado por la rutina del trayecto y el hábito de fumar. Recuerdo que fue solo un breve
instante. Justo el tiempo que tardé en bajar la mirada de la carretera para no apagar la
colilla, como casi siempre,fuera del cenicero. Fue suficiente para que al volver los ojos al
frente apareciese un hombre al inicio del trozo de carretera que iluminaban las luces de
cruce del coche, las que habitualmente llevaba puestas. La repentina aparición me obligó a
apretar el pedal del freno tres veces consecutivas, con fuerza, hasta que conseguí pararlo. El
hombre, demostrando una cierta agilidad, se apartó bruscamentey pudo situarse en el límite
del arcén con la cuneta. El coche le sobrepasó unos metros que recorrió hasta situarse a la
altura de la ventanilla delantera del copiloto. Con el coche frenado, el motor en marcha y
los ojos cerrados, suspiré profundamente. Seguía con las dos manos apretando el volante,
como si tuviera miedo de echar a volar. Abrí los ojos cuando escuché los golpes contra el
cristalde la ventana opuesta. Hice un esfuerzo mental e intenté serenarme y pude volver a
la realidad que estaba ocupada casi totalmente por lo que me pareció, en aquel instante, una
cara de hombre. La noche era negra, con estrellas y sin luna, de manera que los pinos que
rodeaban la carretera eran una sólida mancha oscura y la luz de los faros solo iluminaba un
triángulo al frente, manteniendo en lasombra al hombre, pero pude verle la cara ladeada y
pegada al cristal, percibiendo dos detalles que me situaron. Uno, que era un hombre joven,
casi un muchacho, y dos, que era bastante más alto que mi coche, ya que para poder
asomarse a la ventanilla tenía que estar encorvado. Tuve la intuición de que iba a tener
problemas. Confuso aún, pude confirmar, por la posición que mantenía el hombre pegado alcristal, que los rasgos de la cara eran inequívocamente de un hombre joven, con el cabello
largo. En aquel momento no es que me importase demasiado y mucho menos venía a
cuento, pero se me ocurrió pensar que en algunos casos es mejor un hombre alto que uno
bajito. Casi tan rápidamente como se me ocurrió esa tontería me recriminé de pensarla. Sin

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embargo noté que intuitivamente tomabaposiciones, como tratando de estar predispuesto a
un encuentro desagradable. Todo lo cual era absurdo y solo podía deberse al cansancio.
Había estado todo el día de reunión en reunión terminando en una aburrida cena de las
llamadas de negocios en la que lo único que había que negociar era decidir el momento
adecuado para hablar con el comité de empresa, presentar la quiebra y terminar algunas
operacionescontables para desviar a pérdidas algunos recursos, dejando el mínimo en caja
y en las cuentas bancarias, habida cuenta que de los trabajadores se haría cargo la
Seguridad Social. No había sido fácil pero al final habíamos encontrado una solución
pactada con la mayoría del comité de empresa. Como casi siempre en estos casos, una
solución menos perjudicial para la mayoría y muy beneficiosa para...
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