La Caramuca
Páginas: 2 (306 palabras)
Publicado: 7 de julio de 2012
La traición de Dilma
El plan para ejecutarse excluyó la representación paraguaya con la aplicación de una medida basada en los protocolos y resoluciones de Mercosur por las cuales alorganismo no puede participar sino gobiernos democráticos y legítimamente electos. Esperamos que tal decisión prevalezca en caso de que en Venezuela se produjeran acontecimientos que podrían serobjeto de las mismas sanciones.
La actuación de liderazgo por parte de la presidenta brasileña para introducir a Chávez en Mercosur y alejar a los paraguayos de la integración sureña, estos laconsideran una traición. En un editorial ABC Color titula: “La traición de Dilma”. Allí mencionan que cuatrocientos mil paraguayos de origen brasileño se han instalado en el país y aportan suesfuerzo para el desarrollo guaraní.
El pueblo mediterráneo da vueltas en torno a su memoria colectiva. Salvando distancias revive en sus recuerdos la llamada guerra de la triple alianza en laque se combinaron Brasil, Argentina y Uruguay en su contra. Un conflicto feroz en el que murieron miles de personas. En la conflagración fratricida quedó registrado en la anécdota que refiere auna placa colocada por los brasileños en terrenos aledaños a la frontera: “Aquí yacen cien valientes brasileños, muertos por un cobarde paraguayo”.
El presidente uruguayo, todavía con un pocode vergüenza, pidió que se firmara el protocolo de ingreso del régimen de Chávez para fines de julio en Río. Tropiezan con el Tratado de Asunción en el que los fundadores del proyectointegracionista establecen que debe ser aprobado unánimemente por los cuatro países fundadores.
El vicepresidente uruguayo Danilo Astori se desmarcó de la posición del presidente José Mujica. Hacalificado el hecho como “una violación institucional”, a partir de la cual “ya no queda ninguna norma que no pueda ser violada por el bloque”. Lo mismo hizo el expresidentes Luis Alberto Lacalle. p
El plan para ejecutarse excluyó la representación paraguaya con la aplicación de una medida basada en los protocolos y resoluciones de Mercosur por las cuales alorganismo no puede participar sino gobiernos democráticos y legítimamente electos. Esperamos que tal decisión prevalezca en caso de que en Venezuela se produjeran acontecimientos que podrían serobjeto de las mismas sanciones.
La actuación de liderazgo por parte de la presidenta brasileña para introducir a Chávez en Mercosur y alejar a los paraguayos de la integración sureña, estos laconsideran una traición. En un editorial ABC Color titula: “La traición de Dilma”. Allí mencionan que cuatrocientos mil paraguayos de origen brasileño se han instalado en el país y aportan suesfuerzo para el desarrollo guaraní.
El pueblo mediterráneo da vueltas en torno a su memoria colectiva. Salvando distancias revive en sus recuerdos la llamada guerra de la triple alianza en laque se combinaron Brasil, Argentina y Uruguay en su contra. Un conflicto feroz en el que murieron miles de personas. En la conflagración fratricida quedó registrado en la anécdota que refiere auna placa colocada por los brasileños en terrenos aledaños a la frontera: “Aquí yacen cien valientes brasileños, muertos por un cobarde paraguayo”.
El presidente uruguayo, todavía con un pocode vergüenza, pidió que se firmara el protocolo de ingreso del régimen de Chávez para fines de julio en Río. Tropiezan con el Tratado de Asunción en el que los fundadores del proyectointegracionista establecen que debe ser aprobado unánimemente por los cuatro países fundadores.
El vicepresidente uruguayo Danilo Astori se desmarcó de la posición del presidente José Mujica. Hacalificado el hecho como “una violación institucional”, a partir de la cual “ya no queda ninguna norma que no pueda ser violada por el bloque”. Lo mismo hizo el expresidentes Luis Alberto Lacalle. p
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