La caribeñización del destino manifiesto

Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe
San Juan, Puerto Rico

Ensayo Historiográfico

La caribeñización del Destino Manifiesto
en Puerto Rico en el primer tercio del s. XX:

Carlos E. Milanés de Dios
Historia General del Caribe. HIST 518.
Agosto – Diciembre 2009
Profesor: Jaime L. Rodríguez Cancel, Ph. D.
25 de marzo de 2010

“Hemos llegado al punto en que eldesarrollo de nuestros recursos
y en la multiplicación de nuestras industrias,
en que no sólo suplimos la demanda en nuestro país,
sino que además producimos un gran excedente que cada vez se hace mayor.
Nuestra necesidad comercial principal en el presente
y en el futuro es de mercados en el exterior”[1]
Senador Joseph Foraker

Para Anthony P. Maingot, en Estados Unidos y el Caribe:retos de una relación asimétrica, es difícil ponderar las razones por las cuales los Estados Unidos de Norteamérica deciden entrar en la Guerra para la independencia de Cuba en abril de 1898. El autor, a la larga expresa que es la geopolítica el factor principal de esta acción militar. Obviamente, para el profesor trinitario, “llevar orden y estabilidad a una región tan cerca del Norte”[2] es decir laproximidad geográfica cubana, con su conflicto, causaba una constante preocupación tanto para el gobierno como para el pueblo norteamericano. Por ello, continúa Anthony P. Maingot, el lenguaje de Teodoro Roosevelt, Brooks Adams y Alfred T. Mahan, proyecta el pensamiento de que la Unión debe poseer un escenario geopolítico como área segura para los intereses estadounidenses, siendo el Caribe elidóneo.
En la misma línea de razonamiento, y destacando ante todo la defensa ideológica de la Doctrina Monroe y del Destino Manifiesto, Antonio Gaztambide Géigel en Tan lejos de Dios… Ensayos sobre las relaciones del Caribe con Estados Unidos, resalta que el “intervencionismo se justificaría sobre la base de proteger a las repúblicas de convertirse en víctimas de los imperios malos (loseuropeos) y de paso evitar que éstos amenazaran las accesos al canal de Panamá”[3], muy cónsone con la reflexión del promotor de las bases navales estratégicas del Coloso del Norte: Alfred T. Mahan. Predomina pues el motivo ideológico-estratégico.
Es claro que reconocemos lo valioso de las interpretaciones de Antonio Gaztambide Géigel y de Anthony P. Maingot, donde la pieza clave de susargumentos es el hito de la intervención de la República Federal en la Guerra de independencia cubana, como inicio de la dominación estadounidense en el Caribe; sin embargo, en rigor histórico, no entendemos que ese haya sido el comienzo. En lo que respecta a Puerto Rico, más de cien años antes del desembarco en Guánica, surge el estrecho nexo con nuestra futura metrópoli. Las iniciales relacionescomerciales, a finales del siglo XVIII, entre los colonos americanos, antes de la proclama de Thomas Jefferson, con los criollos y peninsulares del patio, rompieron, mediante el ilegal contrabando de harinas y esclavos, el exclusivo Mare Clausum[4]; dando “pie forzado” a un reglamentado nexo mercantil, acaecido tras la Real Cédula de Gracias de 1815. A su vez este aperturismo portuario, esclavista,migratorio laboral, de capital y técnico-maquinista, establece prontamente una dependencia económica de Puerto Rico con el Estado norteamericano[5]. Para muchos de los historiadores investigados, podemos hablar de dominación yanqui a partir de mediados del s. XIX. Aclaramos que nuestra Isla estuvo sujeta a una doble dependencia: en su carácter económico con Estados Unidos, y en todo lo demás (política,cultural, social, entre otras) con España.
La caribeñización del Destino Manifiesto[6], principio de nuestro título, término original de Fred Merck, nos parece bien sintetizador del objetivo del presente estudio. Hablar de caribeñización es disertar sobre economía de exportación, capitalismo agrario, industrialización cañera, monocultivo, cañaveralización, corporaciones ausentistas,...