La Caridad Pastoral

LA CARIDAD PASTORAL

Hacer referencia a este elemento sumamente primordial dentro del Modelo Pedagógico Salesiano, implica aprender a leer en nuestro tiempo y contexto actual las diferentes realidades que viven nuestros jóvenes y niños, convirtiéndonos para ellos en esos educadores que siempre están ahí, que son aliciente en sus vidas y que con el testimonio son capaces de ayudar atransformar su existencia.

Situaciones que en muchas ocasiones no se evidencian en algunos centros educativos, donde la relación maestro-alumno se mueve entre dos polos: uno, del maestro que se encarga de mantener su posición de mando y del alumno que hace solo lo que le indican. Otro, del maestro que inspira confianza y lanza al educando a nuevas creaciones y del educando que abusa de la confianza yresponde con miedo y pereza a los cambios propuestos, como fruto de la sociedad facilista en la que nos encontramos.

Ante estos hechos reales y concretos, la relación maestro-alumno se muestra en el primer caso, verticalista y poco favorable para que se propicie un ambiente educativo armónico e integral, y en cambio lo que se genera en el alumno es una tendencia negativa a desindividualizarlo ya tratarlo más como a objeto que como sujeto. En el segundo caso mencionado, se corre el riesgo de un ambiente de relajación por parte del alumno y de desánimo de parte del educador.

En ambos casos, el ambiente educativo se podría describir como una experiencia agolpada por la inercia, la sequedad en el trato o el sobrepasar de una confianza recibida. En determinados momentos se percibe enalgunos centros educativos la carencia de una sistematicidad, afectada ésta por momentos circunstanciales mal manejados.

Aspectos que se han procurado superar en nuestro Colegio Sagrados Corazones, caracterizado por el trato afable y cercano de este binomio maestro-alumno en el ejercicio de la acción educativa que se da en una relación Intrapersonal e interpersonal. Intrapersonal porque elproceso educativo se origina y desarrolla desde dentro de las personas. Interpersonal porque el objetivo de la misma es la interacción de las niñas y jóvenes. Allí donde el genuino educador provoca crecimiento, porque es capaz de ver, de descubrir y valorar la potencialidad que se encuentra en la interioridad de cada una de las jóvenes y niñas que se pretenden formar integralmente.

Así comoencontramos aspectos positivos también vislumbramos con proyección de construir algo mejor, ciertos aspectos que mejorar como es el trato ecuánime de algunos docentes con determinadas estudiantes, especialmente con las jóvenes. Podemos afirmar que falta un equilibrio en este punto de relación que se ve afectado en la praxis por la no vivencia de valores como el respeto y el abuso de confianza.Situaciones que entorpecen nuestro itinerario en virtud de todo el despliegue de nuestra espiritualidad salesiana que nos lanza continuamente a ser constructores de ambientes y relaciones favorables en el ámbito educativo tras el ejemplo de Don Bosco, centrado en el verdadero espíritu de familia, cuya primacía es el amor de los unos por otros y su único y absoluto fin es el bien todos y cada uno enparticular. Un ambiente donde reine la acogida y la confianza, la igualdad y la solidaridad, el diálogo y la escucha; factores que son generadores de unas relaciones impregnadas de caridad y esfuerzo mutuo que nos conduce a la unidad, distintivo de quien pertenece al gran árbol de la familia de Don Bosco, por donde fluye la savia del amor.

Amor que hemos heredado gratuitamente de Dios, quien se nospresenta en el Antiguo Testamento bajo la imagen del Buen Pastor con unos rasgos propios que lo caracterizan e identifican como Aquel “que termina conociendo a cada oveja y cada oveja lo reconoce y distingue su voz, se entretiene con ellas y con frecuencia habla con ellas, vela por su bienestar, porque su gran preocupación y responsabilidad es la vida de las ovejas, por eso se arriesga a salvar...