LA CASA DE SUEÑOS. TIENDA DE CUENTOS
CAPITULO 3: “TIENDA DE CUENTOS”
Érase una vez una señora que tenía una hijita, un gato y un esposo. Cierto día la señora, que de por sí era triste, se puso muy contenta.–Como gallos con huevos- dijo su esposo. ¡Pues había descubierto, sin que nadie se lo enseñara que ella podía escribir cuentos! Clic, clic, clic… ¡Y en un dos por tres, de la maquinita de la señorasalían cuentos! Uno tras de otro… Al principio sus amistades sonrieron, agradablemente sorprendidas, pero luego al confesar el placer que sentía al escribirlos, sus cuentos empezaron a ser recibidos cadavez con mayor frialdad. Se empezó a comentar que era una presuntuosa, pues declaraba no sufrir al escribir los cuentos. ¡Escribía tantos y en tan poco tiempo! Parecía una tienda de cuentos. ¡Queridícula! Y hasta se escuchó decir que robada las ideas ajenas para ir corriendo a escribir sus cuentos. De esta forma, el entusiamo de la señora empezó a disminuir, pues era muy sensible a lo que pensaranlos demás y creyó que era mejor dedicarse a limpiar la casa y preparar la comida de su familia antes, cuando no tenía de qué sentirse orgullosa, todos le sonreían y la consideraban una buena persona,pero en vano la señora luchaba contra las ideas que se cruzaban por su cabeza; como no estaba acostumbrada a tener tantas y tan seguidas, soltaba la escoba y corría a escribirlas, con miedo de que se leescaparan. De este modo, poco a poco su casa empezó a llenarse de polvo la hija descubrió que podía hacer, el día entero, lo que se le venía en gana; mientras el gato, cansado de la escudilla vacía,se fue a vivir a la casa de al lado y el esposo se quedó sin empleo. Y es que, entre el arreglo de la casa y el cuidado de la hija, al pobre señor no le quedaba tiempo para más…- ¡Que desastre!-comentaban los vecinos: - Los cuentos le han comido el cerebro o - ¿No sería mejor internarla en un asilo? Y así pasaron muchos, muchos días… Hasta que una mañana, en la casa de la señora amaneció un...
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