La Casa Del Árbol

La casa en el árbol

Es un día hermoso, soleado y con una brisa que acaricia. Rochom Pngieng, de ocho años, y Lee Yit, de seis, están sentados, en silencio, en las ramas de un árbol. Los padres de Pngieng están en una cabaña cercana, la madre prepara la comida mientras que el padre corta leña para disfrutar de la chimenea por la noche. De pronto, se oye un ruido ensordecedor ¡Una explosión!Grita el padre desesperado ¡¿Dónde están los niños?! El ejército de Vietnam avanza, rápidamente, por el norte ha invadir los pocos poblados que aún se resisten a ser conquistados. Se aproximan hacia O`Yadaw uno de los pueblos más fuertes de los Jemeres Rojos, donde tratan de detener la invasión. Pngieng se ha escondido en el agujero de un árbol. Su primo Lee corre al escuchar a los soldados, perotiene tanto miedo que corre hacia la dirección equivocada. Luego, se escucha una explosión. Una mina antipersonal se activo con el contacto.

Veinte años más tarde, un periodista ingles llega a la ciudad de Pnom Penh en Camboya. Tiene la tarea de hacer un reportaje sobre O'Yadaw, una pequeña ciudad ubicada al noreste de este país. Tiene que pasar la noche en la capital para a la mañana siguientesalir hacia su destino. Al subir al taxi que lo traslada del aeropuerto hasta el hotel, Mark, empieza a recorrer todo el vehículo con la mirada. Los asientos delanteros están tapizados con una tela de colores brillantes y lentejuelas doradas. Al darse la vuelta se da cuenta que tiene un pez dragón con unos bigotes largos y negros en todo el asiento trasero. Este está sobre un fondo azul brillante.Al lado derecho hay un hombre de cuerpo celeste con un taparrabos rojo con las manos juntas haciendo un gesto de alabanza. En el tablero del auto hay un buda dorado, sonriente. Colgando del espejo se encuentra un pequeño afiche de una joven casi desnuda. Mark sonríe por el contraste que encuentra entre sus sobrios taxis londinenses y este pintoresco taxi Pnom penhés. Al llegar al hotel tiene ganasde caminar un poco por la ciudad, pero el viaje ha sido tan largo y agotador que decide preparar sus cosas para el vuelo de mañana y dormir. Dormir hasta que el despertador se lo permita. Al entrar al hotel toca el timbre de la recepción. Un hombre bajo de estatura y de gesto amigable lo atiende.

* Soy Mark Pen, del London Daily.
* ¡Oh claro! Buenas tardes señor, es que pensé quellegaría unas horas antes.
* Si, es que tuvimos que hacer una parada de emergencia. Pasó algo con una de las turbinas y tuvimos que cambiar de avión (El hombre lo escuchaba atentamente)… ¿me podría decir cuál es mi habitación? Ha sido un día muy largo y necesito descansar.
* ¡Oh claro, claro! (Contento coge las llaves de la habitación veintiocho) Sígame por favor.
* (Abre la puerta y dejael equipaje en la entrada de la habitación) ¿desea alguna otra cosa señor?
* No, eso es todo, gracias (Saca un billete del bolsillo y se lo entrega. El hombre se lo agradece y se retira satisfecho).

Mark cierra la puerta y se dirige, directamente, a la cama. Da un salto y cae sobre ella cruzando las piernas y poniendo sus manos atrás de la cabeza. Busca el control remoto del televisor enla mesita de noche y al levantar la cabeza se encuentra con una pintura que lo deja muy intrigado. La figura de Buda esta pintada en la parte más alta del árbol, abajo en una de las ramas se encuentra una mujer desnuda sentada con las piernas pegadas al pecho y los brazos entre ellas. Su rostro tiene un gesto de temor, pero a la vez parece salvaje. En las faldas del árbol hay un conjunto deanimales. La pintura lo ha cautivado, no entiende muy bien su significado y no sabe porqué le llama tanto la atención. Unos minutos después se queda dormido.

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring! el teléfono timbra algunas veces hasta que logra sacar del sueño a Mark.

* Holaa (Dice con voz cansada).
* ¡Mark! ¿ya tienes todo preparado para el vuelo?
* Eh… (no logra saber con quién está hablando)....