La caverna
A partir del análisis de la novela A caverna (La Caverna) de José Saramago
se pondrán en juego consideraciones benjaminianas sobre memoria,
narración y resistencia. El enfoque pretende dinamizar algunos de los
conceptos esbozados por Walter Benjamin en sus tesis sobre filosofía de la
historia y confrontarlos con la propuesta novelística de José Saramago en su
texto del año2000. El eje de la reflexión pasa por la «posible resistencia»
que inauguran algunos de los fragmentos del escritor lusitano en relación
con la legitimidad de un derecho soterrado y una memoria silenciada.
Apoyándonos en la formulación de Reyes Mate cuando afirma que «los
proyectos frustrados de los que quedaron aplastados por la historia están
vivos en su fracaso como posibilidad oexigencia de justicia» (Medianoche
en la historia, p. 21) la comunicación autoriza la voz «desesperada» de
Cipriano Algor procurando encontrar en ella una reserva potencial
inagotable de esperanza. La argumentación posterior se estructura a partir
de esta hipótesis.
1 Profesor Titular de la Universidad Nacional y Católica de Córdoba especialista en
Literaturas Lusófonas. Catedrático JoséSaramago (UCC) 2
Una posible resistencia: La caverna de José Saramago
Una lectura benjaminiana
I
Al inicio de esta exposición me gustaría llamar la atención sobre tres
momentos de La Caverna (2000) de José Saramago, que son sintomáticos de
la reflexión que pretendo aquí pautar. La primera tiene que ver con la
profesión del protagonista de la novela, la alfarería. La segunda, con lasituación concreta que vive al momento de ésta iniciarse, cuando la
producción entregada al Centro Comercial es repelida por obsoleta. Y la
tercera, con el sueño que tiene su protagonista después de la desventurada
experiencia que lo posiciona como uno más de los desheredados de la tierra
al saberse desocupado y sin posibilidad de pensarse como fuerza productiva
de la familia que debesostener.
En este sentido, recordemos que Cipriano Algor, el personaje
principal de esta novela de Saramago que tematiza la irrupción del orden
mundial en las pacatas economías tradicionales de los países emergentes, es
un alfarero, hijo dilecto de varias generaciones que lo preceden y que han
vivido –literalmente- del barro, trabajando con sus dedos una forma
especial de manufactura decorte artesanal. Este hombre a punto de
jubilarse, es decir de abandonar la producción sistemática de jarros, platos
y vasijas debido a su edad avanzada, se encuentra de un dia para el otro
separado de su habitus productivo debido a que el Centro Comercial surgido
en poco tiempo en los márgenes de la aldea a la que pertenece y constituido
en su único cliente, decide dejar de adquirir losproductos que recepta
regularmente porque las ventas han bajado y por que el barro ha dejado se
ser demandado desde la aparición del plástico que emula los mismos
productos pero a menor costo. Como consecuencia de esta decisión que se 3
toma en los primeros capítulos de la novela, Cipriano Algor deja de
constituirse en un trabajador con stock disponible y pasa a engrosar la lista
delos desempleados que son –literalmente también- comidos por este
dispositivo de producción: el neoliberalismo económico que –recuperado
como valor en la posmodernidad- es responsable directo de la creación de
nuevos modos de pobreza y miseria.
Lo primero que llama la atención de la novela es la oposición social
que se pone en movimiento con la irrupción de este engranaje del que losshopping centers son su representación más inmediata desde el momento en
que clasifica a los habitantes de la tímida población en proveedores y
consumidores. Recordemos –en este sentido- que la apelación a un oficio
tradicional por parte de José Saramago respecto de la definición de su
personaje, tiene que ver con la conceptualización del proletario, en sentido
marxista. La vinculación...
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