La caza de notas

Tras mi nota


Si bien es algo complicado resaltando mí posición como estudiante, el retomar una temática que en jergas de maestros resulta pan de cada día, puedo situarme en un punto neutral yadecuar la balanza de tal modo que luzca así, -valga la redundancia-: sinceramente balanceada.
La caza de notas podríamos creer que es el objetivo cumplido de un sistema mediocre que nos amolda a suantojo, y si quisiéramos encontrar culpable alguno, desde el aula y en los mismísimos asientos podremos señalar a los maestros; Quienes con sus aceptables en secundaria al hacer exposiciones mediocrescon el tema del logro perdido hasta un ICFES insuficiente, nos han perforado el cerebro para evacuar lo que nos sirviera, usted se imaginará: creatividad, libre albedrio, capacidad crítica y todoaquello que les complica la vida a los profesores, porque seamos sinceros ¿qué profesor desea leer un ensayo bien redactado en contra de lo que nos imponen las instituciones gubernamentales y religiosas“instituciones del saber”, ¿qué profesora con dos pensiones y mal manejo de la pedagogía (por no mencionar; carencia de ésta) desea calificar con uno de esos malformados cincos el escrito de unestudiante autónomo en lo que al pensamiento concierne? ¡Ninguno(a)! mientras desperdician su tiempo en educar, pueden tomarse un café y juzgar el vestuario de la señorita que cruza la pierna en clase oel joven que desperdicia su vida en hacer lo que desea y que para colmo de males no es productivo.
Pero ahora bien, lo anterior era tan sólo un platillo de la balanza, pues recalco que la edad de losestudiantes en un aula universitaria es mayor o igual a los 18 años de edad, por supuesto con algunas excepciones.
¿No somos acaso lo suficientemente “mayorcitos”? ¡Que extraño! … cada viernes alsalir del rutinario horario de clase recurrimos a “tomarnos unas polas” pero nos falta edad para recibir una nota que debiera ser definitiva, esto sin llegar a ser un meapilas que niega rotundamente...