La Cena De Alfonso Reyes
CENA»
DE ALFONSO REYES,
CUENTO ONÍRICO: ¿SURREALISMO O REALISMO MÁGICO? Al lector de las ficciones narrativas de Alfonso Reyes no deja de cautivarlo y fascinarlo —cada vez que lo relee— el cuento La cena, elaborado en México en 1912, retocado y recogido con otras diez narraciones imaginativas bajo el intrigante título El plano oblicuo, libro publicado en Madrid en 1920 \
LA TRAMALo primero que nos llama la atención es lo apretado de la trama de una extraña aventura personal que va transcurriendo por el resbaladizo Plano oblicuo entre realidad y fantasía y nos mantiene en suspenso desde el primer instante de la narración hasta el enigmático desenlace en que nada sobra. La acción se inicia con el narrador (llamado Alfonso, como el autor) en pleno movimiento: "Tuve quecorrer a través de calles desconocidas. El término de mi marcha parecía correr delante de mis pasos, y la hora de la cita palpitaba ya en los relojes públicos". Es que ha recibido una misteriosa invitación de dos señoras desconocidas, que reza simplemente: "Doña Magdalena y su hija Amalia esperan a usted a cenar mañana, a las nueve de la noche. ¡Ah, si no faltara!...".
ALFONSO REYES, El planooblicuo, Madrid, Tipografía "Europa", 1920; también en Verdad y mentira, Madrid, Aguilar, 1950; y en Obras Completas (OC), III, México, Fondo de Cultura Económica, 1956, edición de la que iremos citando. (La cena, págs. 11-17).
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THESAURUS. Tomo XXXVI. Núm. 2 (1981). James WILLIS ROBB. «La cena» de Alfonso ...
T H . XXXVI, 1981
«LA CENA» DE ALFONSO REYES
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Al sonar las nueve horas,se encuentra a la puerta de la casa señalada, donde lo reciben las dos damas en su salón, empiezan a charlar, y lo llevan al comedor a cenar. Eufórico con el vino, él sigue gozando de la conversación en que no llegan a explicar el propósito de la invitación, pero en que se asoma la repetida sugerencia de "alguna lejana petición". Lo invitan a pasar al jardín, que resulta ser "un jardincillo brevey artificial, como el de un camposanto", sumergido en la oscuridad, en donde le hablan de monstruosas "flores que muerden y de flores que besan", y Alfonso se queda dormido. Al despertar, Alfonso las oye hablando de un "— ¡Pobre capitán" que "Lleno de ilusiones marchó a Europa"; haciendo estudios en una fábrica de cañones perdió la vista en una explosión; "pasó ciego bajo el Arco de la Estrella".Y las damas se dirigen a Alfonso: "Pero usted le hablará de París, ¿verdad? Le hablará del París que él no pudo ver. ¡Le hará tanto bien!". Lo arrastran a la sala y le muestran el retrato del Capitán. Alfonso lo mira, descubre un extraño parecido entre aquel semblante y el suyo: "Yo era como una caricatura de aquel retrato". Nota que el retrato está firmado, con la misma letra de su invitación ala cena. A Alfonso, asombrado, se le cae el retrato de las manos, y sale huyendo a su casa, adonde llega cuando aún suenan las nueve campanadas del reloj. ¿Sueño? Sorpresa: "Sobre mi cabeza había hojas; en mi ojal, una florecilla modesta que yo no corté".
VISIÓN ONÍRICA
Desde el primer momento, cuando Alfonso emprende su loca carrera por calles desconocidas, tenemos la sensación de estarviviendo intensamente con el narrador una pesadilla, una experiencia alucinante en que conviven elementos extraños y familiares:
Cuando, a veces, en mis pesadillas, evoco aquella noche fantástica (cuya fantasía está hecha de cosas cotidianas y cuyo equívoco misterio crece sobre la humilde raíz de lo posible), paréceme jadear a través de avenidas de relojes y torreones.
THESAURUS. Tomo XXXVI. Núm. 2(1981). James WILLIS ROBB. «La cena» de Alfonso ...
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JAMES WILLIS ROBB
T H . XXXVI, 1981
Desde el ambiente fantasmagórico de las calles pobladas de "serpientes de focos eléctricos" que "bailaban delante de mis ojos" y de relojes en los torreones que "me espiaban, congestionados de luz", hasta el misterioso encuentro con dos fantasmas humanos que se llaman doña Magdalena y su...
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