la chacha micaila
Autor: Antonio Guzmán Aguilera
Declamado por: Don Manuel Bernal
Mi cantón, magresita del alma,
ya pa que lo quero,
si se jué la paloma del nido,
si me falta el calor de sucuerpo,
si ya sus canarios
de tiricia se han ido muriendo
si los capulines
ya no sueltan sus frutos del tiempo,
y las campanillas y las dormideras
se han caído tan recio
que cualquiera que va avisitarme
pisa sobre pétalos.
Y yo que la vide, dialtiro decaída
con los ojos negros
zambutidos en unas ojeras
cenizas, y aluego
los tales quejidos;
los tales mareos
que dizque eran vaídosal decir del médico
¡ Algame la Virgen!
Yo nomás de acordarme, padezco
muncho escalofrío
y mi` hogo del pecho,
y se mi hacen las manos y pieses,
como los badajos de los timbres létricos.
¡Quépoco a poquito se me jué muriendo!
Tosía, tosía
y lloraba la probe en silencio.
-No llores, Micaila,
por toitos los santos del cielo,
decíale al verla llorando
y al decirlo, lloraba yo mesmo.
-Site pondrás guena,
con los revoltijos que ti ha dado el médico
no sias disconfiada con las medecinas
que a mi me sanaron de aquel muermo.
¡Andale!, mi Chacha,
quero ver en tu rostro trigueño,como dos tizones achispaos, tus lindos ojuelos
¡Ahi te ha traido
un rebozo de bola
mi compadre Chencho,
pa´ cuando te alivies
y en el cuaco trotón, en el prieto,
he pensado pa´ entonces quevayamos
los dos riales un sábado a verlo
¿Queres trigueñita?, y el domingo le entraremos
muy recio al mole
y a la barbacoa,
y a los asaderos.
y en cuanti qui Dios escurezca,
por el valle abajoasegún se sigue la falda del cerro.
¡Micaila!, no llores
y le daba un beso,
Ella sonreía
un instante, pero
me miraba despues en silencio,
como si la sombra del presentimiento
le preñara los ojos dellanto,
que después derramaba en silencio.
El día de su muerte,
su rostro cenizo, me dio muncho miedo.
-¿Pos qué tienes, Chacha?
-No sé lo que tengo,
pero sé que me voy y es pa siempre...
Regístrate para leer el documento completo.