La charca, capítulo 4

Este capítulo comienza diciéndonos que en el río, en un ligar oculto detrás de la tienda de Andújar, se jugaba a los naipes. Deblas es primo de Andújar y es perseguido por lajusticia. Para Andújar era útil, pues nadie lo quería por sus problemas (se escapó del presidio). Uno de los jugadores era Ciro, jugador normal porque si pierde se enoja y si gana es feliz.Gaspar, también jugador, es un tramposo y sobornaba al banquero (página 63, segundo párrafo). Marcelo solo apreciaba el juego, pues él pensaba que era un mal juego.
La historia deAndújar empieza por su trabajo en la finca de un anciano y algunas hechuras de terreno. Una joven también vivía ahí con el dueño. Cuando el anciano no pudo más con su trabajo, Andújar quedóa cargo de la misma. Tiempo después el anciano muere. Obtuvo la herencia mediante papeles falsos, se quedó también con la joven y luego la echó de allí. Ya cuando es dueño total y detodo, el abre una tienda. Él compraba todo sin intereses, porque no entendía a lo que se refería ese término ni a qué aplicaba. Luego hizo un negocio con un propietario sobre unpréstamo de la finca y por supuesto Andújar salió ganando, pues le pagaron el doble.
Los domingos estaba en la tienda la vieja Marta, buscando comida, a Aurelia y a las flacas. A las flacasles preocupaba el baile en VegaPlana. Ellas les preguntaron a Silvina si iba y esta contestó que no. Deblas y Gaspar hablan para quitarle dinero a Andújar y si fuese necesario matarlo.Gaspar involucró a Silvina, porque ella sería útil para matarlo (ya que obedece en todo a Gaspar). Cuando Silvina está bajando a la tienda, se encuentra con Ciro. Ciro trata deaprovechar el tiempo pero ella se negaba. Unos campesinos pasaron y por tanto Silvina se fue. Ciro bajó enojado y bebió con su hermano Marcelo, quien fue obligado por los insultos.